Ya no estoy para esto,
los teatros ceden al espectáculo más bajo
sus taciturnos actores no ven en el público la razón de actuar
si no, números de fantasía reflejados en papel moneda.
Sintiendo náuseas al pasar por allí
donde abundan librerías enormes, gigantescas,
¡librerías sin libros!
atendidas por sujetos charlatanes y lectores rígidos
que desgastan sus yemas escrutando pliegos reciclados
que exponen palabras ya vendidas y comercializadas
antes de ser puestas en venta tras el cristal.
Ya no estoy para esto,
donde la sensibilidad se opaca por la vanidad,
en un litigio donde indóciles esclavos se pisan la cabeza entre sí
para alcanzar los pies de una prostituta leprosa
que los escupe desde lo alto.
Vomitando me arrastro
entre iglesias plagadas de paganos arrepentidos
siendo exorcizados por clérigos ateos y pestilentes
bajo la cruz de un Cristo que aun se desangra
reclamándole al Dios de quien él mismo duda.
Ya no estoy para esto,
siendo extranjero en mi propia tierra
oyendo un idioma ágrafo de sombras esqueléticas balbuceantes
que hablan como metralletas
donde mimos apaleados imitan a la vida
e idiotas martirizados pueblan las noches,
pueblan los días.
Y estoy aquí, o tal vez allá,
hablándole al silencio
escribiéndole a lo ausente
cortejando un amor difunto
sangrando los dientes...
Sé que embriagarse es una glorificación
que me conduce al mundo perfecto,
donde el alcohol apacigua mi lascivia
y la desazón se lleva mi deseo infesto…
Hurgo en la pluralidad de mis facetas
y encuentro una máscara hermosa, perfecta,
la máscara más sutil entre los mortales,
la uso y me observo al espejo…
que belleza señores, que hermosa imagen,
la perfección se centra en la caricia de mis dedos
frente a aquella cerámica sin facciones,
frente a aquel espejo que refleja
la sinestesia de un hombre… sin rostro.
Para ello es que he nacido amigos,
para ello fui creado…
soy los ojos impertinentes
que vieron la burla de Dios
mucho antes de la creación
y en mi piel llevo tatuadas
las blasfemias de los condenados…
Para esto estoy aquí, para esto soy lo que soy,
llevar en mis pupilas lo infinito del universo
y acarrear los cadáveres del pasado…
divulgar la mala fe y aporrear al humilde…
resucitar cada nocturnidad y fallecer en las palabras
para luego ser eterno en el silencio
y en la medianoche.
Ya no estoy para ti
para él,
para mí,
aquí estoy,
soy lo que soy,
todo por ella…
Poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario