- BIENVENIDOS -†††

No temo a las palabras de los enemigos, si no, al silencio de quienes dicen ser amigos. No temo a las mentiras de los traidores, si no, a la traición de los débiles. No temo al ataque de los mismos de siempre, si no, al ataque caprichoso de los cobardes y confundidos. No temo al horror, no temo al terror porque lo conocemos bien desde que nacemos, le temo a la esperanza y a la confianza, las mismas que se vuelven contra nosotros y nos hostigan hasta que morimos. Uno se acostumbra a seguir construyendo castillos de cristal en el aire, sin prever la tempestad.

domingo, 25 de julio de 2010

Mi Pequeño Amor:


Mi Pequeño Amor:

Entre suspiros de un sentir ahogado

entre recuerdos empolvados
de un viejo amor olvidado,

entre luces de un nuevo amanecer
que tímido asoma por el horizonte

y entre el rocío…
de aquel amanecer tan esperado...

Nació un amor entre los dos...

nació una verdad en el silencio

una confesión en la timidez,

entre vueltas de niños enamorados

nació una frágil ilusión...

del viejo aljibe del amor volver a beber.

Y que hermosas palabras para enamorar

las que mi loco corazón ha elegido...

Que hermosas reglas para jugar

las que tu inocencia ha decidido.

Eres una niña aun,

yo, viejo poeta...

de tu ternura se ha enamorado,

¿qué será de este amor?

que como rosa en otoño

entre tus manos se va deshojando.

¿Qué será de esta ilusión?

de ser acaso, un poco más inmaduro...

para poder, si quiera, llamarte amor,
o al menos, creer en que existe
la perfección en este mundo.
¡Para así adorar tu imagen!
de pequeña Diosa mortal…
de hermoso ángel sin alas
que te muestras ante mí,
que me enamoras cada vez más.
Eres una niña, inocente ante la vida,
carente de maldad…
Soy un viejo poeta,
que de sus poesías se olvida
por su mala memoria,
por volverse a enamorar.
¿No te has dado cuenta niña?
estaba a punto de retirarme del amor,
no lo veía más que como una simple ilusión…
¡un sentimiento efímero!
¡una fantasía inexistente!
¡que ahora!
Lo has instalado en mi corazón.
Niña bonita, niña hermosa…
contigo he vuelto a nacer,
como hombre, como poeta,
con tus ojos he vuelto a ver…
Con tu ternura he vuelto a sentir,
con tu dulzura he vuelto a degustar
lo hermoso de la vida,
lo que algunos llaman ser feliz…
lo que poetas viejos como yo olvidan...
¡volver a amar!,
¡me han abierto las puertas del cielo!
quien quiera a este paraíso entrar
debe de pagar el precio…
atarse,
¡encadenarse a los huesos del amor!
cambiar su libertad por la prisión del corazón
rendirle culto a una sola dama
y dar la vida por su amor
y entregarse por completo a su voluntad.
Si yo contigo ya lo he hecho mi amor,
me he rendido antes de que tú sintieras
ese cariño en el pecho...
Si la nieve en mi cabello has derretido
el mar en mi mirada has secado,
¡He vuelto a ser joven!
al recordar aquel amor sentido
en antiguos tiempos pasados.
Y ahora, mi amor,
que la vida fluye en mis venas…
Me invitas a la muerte…
¡A donde sea te seguiría!
para que alegre veas
que vivo tu misma suerte.
Escapemos juntos a la muerte,
no llevemos más que este amor…
allí no importa el tiempo,
allí no sentiremos dolor.
Abrázame, sujeta mi mano…
¡Déjate llevar!
que no soy más que un poeta
humilde que te jura que jamás te dejará de amar.
Bésame, exprésate sin temor…
que como poeta viejo que soy
y tu, hermosa niña delicada…
sé perfectamente que serás una hermosa dama
amante de la poesía
que como dulce niña
oyes de mis labios
mientras te leo
bellos cuentos sentado en la cama.
Te duermes sin más
¡y no contengo mi amor!
beso tu frente
de criatura inocente,
y te asesino en silencio, sin pudor…
Pequeño amor mío, seremos uno en la muerte…
¡Nadie nos juzgará!
y allí donde no importa el tiempo,
donde muere la espera…
¡para toda la eternidad!
joven y romántico te podré amar…

Kenny.

Almas Sensibles:



Almas sensibles:

¡Qué tan bendecidos son algunos mortales!
que se conmueven por aquello efímero, resplandeciente,
la lluvia cayendo a través de una ventana
o la majestuosidad de una noche estrellada tal vez,
escenarios que nos regala la misma vida
en los cuales solo las almas sensibles se sumergen.
¡Porque somos nosotros!
Bendecidas almas condenadas,
los herederos de los placeres del poeta
de su melancolía, de sus alegrías, de sus penas…
que entre regocijos y satisfacciones insanas
disfrutamos del arte de experimentar con sentimientos
dejando que la sensibilidad corra por nuestras venas.
Como el sediento que sumerge su rostro por entero en la laguna
nos llenamos con aquella poesía que muchos ignoran,
mas, pocos son los que notan su belleza,
y solo algunos los que degustamos de su pureza…
nosotros somos quienes al encontrar la perfección, sus sueños devoran.
Usamos máscaras de material barato
para así ocultar nuestra sensibilidad,
ya que nuestras almas
están hechas del más frágil cristal,
que se resquebraja al ser golpeada
por aquellos mortales carentes de inocencia,
carentes de felicidad...
¡Nosotros! almas sensibles e inocentes…
no somos más que marionetas que cortaron sus hilares
en un intento desesperado de ser libres,
en un afán inocente de librarse de nuestros pesares.
Pero hay de vosotros, mortales sin Dios…
que entre el vacío que reina este mundo
en unos pocos, efímeros segundos,
vuestra inocencia… murió.
Hay de nosotros, almas sensibles…
que hemos recibido la sensibilidad
extremista y melancólica,
que ante este mundo viejo,
nos sentimos en cautiverio
pidiendo un poco de cariño
a través de un abrazo
que por frío le pagamos
a una prostituta alcohólica sin piedad.
Vuestros sueños serán vuestra perdición
hace tiempo dejaron de creer en Dios,
para condenarse a aquel infierno
donde tristes marionetas dan su última función.
¡Hay de ustedes almas sensibles!
que ya no hay lugar en estos reinos
para su sensibilizado corazón,
mas toman la existencia fortuita de la muerte
viéndola, como de la vida, una razón…
¡¡Escapen!!
¡Entregaros de lleno a su perdición!
que si los tiempos venideros han de ser sabios en su elección,
¡sus nombres y escritos serán eternos!
según así sea su elección.
Hay de nosotros…
¡Malditas almas sensibles!
que dura es la vida del poeta
que por no querer ser una simple marioneta
ha cortado en desgracia y con violencia
sus hilares invisibles.
Pero eternos seremos,
almas sensibles embriagadas en poesía…
que junto a los ángeles dueños de la melodía
en la gloria vespertina… descansaremos.
¡Que este mundo no es nuestro!
y este no es vuestro tiempo,
mas a pesar de que la misma vida nos cueste
y mientras hermosas damas en vuestros brazos recuesten,
orgullosos narraremos vuestra poesía al viento.
Es verdad, tal vez… en vano.
¡Pero almas sensibles somos!
En este infierno, reinado de Dios,
y aunque quimeras y falacias nos hundan en el fango
nosotros, aun así,
le seguiremos dedicando nuestra vida entera
al romance, la poesía…
¡y al amor!

Kenny.

jueves, 22 de julio de 2010

Mendigo Poeta.

Mendigo Poeta:

No soy más que un analfabeto del amor,

un mendigo que pide caridad

a aquellas almas que pasan delante mío

fingiendo no verme, fingiendo no mirar..

un pordiosero que arrojado en su miseria

pide limosna a quien amar...

pero nadie se detiene,

¡todos están apresurados por ir a no se qué lugar!.

Tal vez todos vayan por un mismo camino,

tal vez yo sea el único que no irá...

por no tener una buena compañía,

por no tener a una hermosa dama

adornada con joyas a quien llevar.

Si no soy más que esto...

un mendigo que con sus harapos

trata de cubrirse de esta fría soledad...

que yace tirado en el suelo,

sin oro, sin plata...

pero que aun así, es rico en humildad.


Soy un mendigo al que alguna vez llamaron poeta

y ahora vende sus poemas a aquellos sin nombre,

a cambio de unas míseras monedas

no sirven ni para llenar el hambre...

Un mendigo, desprolijo, engañado,

al que algunos de mal corazón han pateado,

y otros con trajes finos

mirándome con desprecio,

han pedido que no estorbe...

¿Qué ha sido de aquel hombre que supo ser poeta?,

Quien supo enamorar los corazones de hermosas princesas

que ahora se han escapado,

dejándome en este gélido frío de inviernos desolados

mientras recuerdo a aquella, tan bella como ninguna,

que se ha marchado...

¡dejándome solo!

abrazando la hipocresía...

de una vieja y alcohólica prostituta

que arranca de mí mis últimos poemas que con amor he creado...


Si solo era ella quien me hacia sentir un caballero,

era ella quien se mostraba como una dama...

y ahora, ¡díganme ustedes!

hombres ricos en amor y mujeres complacidas en piedad

¡Díganme...!

¿Cómo recuperar aquella inocencia

que se pierde entre sábanas y noches de ámbar...?

No soy más que un mendigo carente de amor,

un poeta fracasado,

un ser vacío que tonto vendió su corazón

ahora se arrepiente arrodillado...

Sí, lo he empeñado, lo he dado al mejor postor...

solo cambio de placeres carnales con prostitutas sin amor

y efímeras alucinaciones de añejado y agreste alcohol.

Pero es cuando aquellas damas baratas se van,

cuando la botella queda vacía y se acaba mi embriaguez,

que me encuentro solo...

tirado en el suelo sin poderme levantar

olvidando aquello que alguna vez quise ser.


Si mis deseos, mis esperanzas...

mis sueños, mis ilusiones...

¡Solo eran por ella!

poeta me había llamado por vez primera...

y por quien yo moriría de vergüenza

si acaso en este estado miserable me viera...

Ella, quien partió entre estrellas apagadas y sueños robados,

para buscar su propia felicidad,

sabiendo perfectamente que no la conseguiría a mi lado

sabiendo perfectamente que sería mejor la libertad.

Y ahora, respetuoso caballero,

que a este mendigo

un poema por unas monedas

le has cambiado...

dígame buen hombre, ¿qué cree usted?

acaso, ¿alcanzaré la gloria de poeta?

¿O acaso no saldré nunca de este marco de poeta fracasado?

Guárdese la respuesta, que en sus ojos ya la he podido ver...

pero antes de retirarse quiero que sepa,

que a pesar de aborrecer mi presencia,

de no merecer el nombre de poeta...

aun no he dejado de ser...

sin importar mis vicios, mis adicciones,

mis pecados y mis lamentaciones...

aquel niño inocente que le escribía enamorado

a ella, quien tanto lo supo amar...

aquel joven ilusionado que perdió su inocencia

al ver al amor de su vida, por su incompetencia,

tener que marchar

entre desilusiones y lamentaciones de saber que jamás seré

un poeta, un caballero digno de amarla,

quien fuera la única que mis lágrimas saladas pudiera ver...

Y ahora que no está, ahora que ya marchó...

no me queda más que volver a aquel callejón,

donde embriagado de alcohol

escribo poesías para poderlas vender

mientras añoro tanto aquello que alguna vez supe tener...

un fiel, enamorado y loco... corazón.

Kenny.

Amor de Locos:

Hermosa dama que subyaces en lo más profundo de mis anhelos
arraigada a lo más puro de mi corazón, de mis deseos…
un nuevo sol asoma por el este despertando el color en la ciudad
y yo sigo aquí, esperándote sin más…
Dormida te encuentras desde hace rato
tendido tu cuerpo entre sábanas de seda, melodías de ensueño,
mi piel congelada por el frío del invierno pasado
y reseco por el tiempo, por las gotas perdidas en lágrimas de miedo.
Extrañándote, condenado por el sentimiento más vil y fuerte del corazón,
aquel que enamora a jóvenes poetas y condena a los malditos e infelices…
ese despiadado manipulador llamado “amor”.

¿Por qué si te odio tanto mi silencio te grita “te amo”?
¿Por qué si tanto daño me causas aun vuelvo a tus brazos?
¿Por qué si ya no estás aquí yo aun sigo sintiendo tu aroma?
arrastrándome en cada sueño hacia tus tacos altos de aguja,
lamiendo mis heridas, ahogándome en mis lágrimas
y entregándote los escritos más dedicados de poesía hermosa…

Ella, es la parca que me llena de vida, mi rosa sin marchitar…
ella es mi luna sin brillo propio, mi silencio musical.
Lo que más odio, lo que más amo,
por ser mi todo, por condenarme a la nada por amor.
Eres quien avita mis desiertos de inspiración, mis helares de pasión,
quien mancha mis poemas con su belleza, con mi dolor.

Si no quieres ver a la muerte a los ojos, no conozcas mi mirada,
que los cielos se han oscurecido en un negro azabache
en el paisaje eterno de mi alma…
¡¡¡Te extraño!!! Con lágrimas derramadas te escribo…
te extraño y ya no se que hacer porque llorar no me basta,
e incluso luchar por algo que no merezco me duele
en cada momento que veo que mis delicadezas, mis deseos,
mis esfuerzos y mis consideraciones ante ti se pierden.

No importa lo que haga, para ti nunca seré perfecto…
tú lo eres para mi.
Aun así soy consciente de la bestia que escondes
bajo tus alas de ángel hostil.

Aquí sigo, pasando una noche más sumido en la espera
la oscuridad me abraza, el rocío enferma mis segundos,
la tristeza se roba mi vida y la espera ya no es un castigo
si no, una manera de vida, soñando pasarla contigo,
soñando y soñando en mi lenta agonía.

Cuántos escritos compartimos, cuantas palabras nos dijimos…
cuanta falta me hace el olvido para arrojarte a el junto a mi corazón herido,
ese mismo que jure proteger con mi sangre
y que ahora llega con el otoño más templado en el que me desvivo.


Ya no estás aquí, sin embargo tu recuerdo me abraza hasta asfixiarme,
tus besos tatuados en mi piel, como tus gritos hundidos en mi cabeza,
resuenan y rechinan como un aullido agudo
de lo que llegó a ser tu impaciencia.
Cada vez que nerviosa te ponías al ver que de tus cadenas me libraba
solo para poder alcanzar unos suspiros que tú me arrebatabas,
cada vez que dudaba en sacarme la venda de los ojos…
para ya no ser un esclavo de tu belleza, sino dedicarme a lo que tanto me gustaba.

¡Escribir! Los más bellos poemas de amor dedicados a mi imagen fantasiosa de tu ser,
una mujer perfecta y dulce que nunca existió, mas yo la podía ver…
un ser delicado y dulce, producto de mi imaginación,
a quien yo observaba desde lo más oscuro de mi habitación
pensando que algún día tú, amor mío, así podrías ser, ablandando tu corazón.


Pero mis hermosos sueños sucumbían a la realidad,
no había nada que hacer más que soñar…
la verdad era más fuerte que el deseo
así que lo terminé por aceptar.
Nunca serías como alguna vez creí que eras
jamás me amarías de la misma loca manera que mi corazón
festejaba tus logros y calmaba tus penas.
Es más, jamás me acompañaste en momentos de dolor,
¡siempre de ellos fuiste la razón!
Pero yo seguía recordándote que en el rincón más oscuro de la casa
yacía tirado un poeta enamorado agonizando por falta de amor.


Morir por amor, que frase tan sincera,
si eso es lo que casi ocurrió sin que ni siquiera lo supieras.


Al momento que mi corazón dijo basta mi alma se partió en dos,
mi ángel de la guarda ya no soportaba tanto dolor…
¿Cómo iba a cuidarme si yo me entregaba a tus brazos?
Eras el demonio más condenado que me prometía felicidad
y yo, tonto inocente, caía sin pudor entre tus besos falsos...


Pero hoy ya no, hoy me libraré de mis cadenas,
hoy seré yo quien humedezca tu mirada y me burle de tus penas…
hoy seré el causante y la cura de tu dolor,
seré aquel que te brinde su hombro para que llores
pero aun así no cuidará de tu corazón.


No tomaré venganza, solo te amaré de otra manera,
te susurraré un “te amo” mientras suavemente presione tu jodida garganta,
te acariciaré el rostro mientras éste tome un color violeta
y tu respiración se vaya apagando en aquel silencio que te abraza.


La muerte será mi vida, mi vida será tu fin,
libre de tus cadenas, volverá a salir el sol en mi noche
mientras la nieve se haga agua y tu frío se haga brisa
podré sentirme feliz...
Tu muerte te limpiará los pecados cometidos hacia mi
mientras reías sobre mis lágrimas
y yo me ahogaba en tus reproches
y castigos que parecían no tener fin.


Pero mientras veo como tus labios de miel se van secando,
como tus ojos se van apagando
como tu piel se va descolorando como rosa marchita
y tu voz se pierde en un silencio eterno…
mis manos tiemblan, mi mirada se va nublando,
¡siento que se me va la vida!
entre tus suspiros ahogados.


¿Cómo podría matarte? Si tu eres mi vida,
¿Cómo deshacerme de tu belleza? Si eres el placer de mis ojos…
¿Cómo librarme? Si mis cadenas no eras tú, si no mi loco corazón enamorado.
Mis segundos se pierden entre las rocas de lo que supo ser un corazón
y mi respiración se va difuminando como la razón de un loco.
El verte sin vida no había complacido mi tentación
mas mi nueva libertad me había costado perder mi todo.


Porque aun hoy amo tu recuerdo desde esta celda que resulto ser mi libertad,
aun hoy sigo gritándote “te amo” desde mi silencio…
La muerte no ha limpiado mis pecados
mas la necesidad de verte me ha condenado a este infierno.
Lo único que yo podría decir desde mi paranoia,
lo más claro, lo más cierto…
es que la cercanía no hace al amor, e incluso tampoco lo hace la otra persona,
el único culpable de aquel loco sentimiento es el corazón
que por un capricho o un simple error
nos obliga a encadenarnos como esclavos en libertad
a los huesos de una persona que en si nunca entenderá nuestra pasión.
Que nos puede usar mientras nosotros sonreímos
sin importarle que nuestra razón de vida sea su felicidad
y que nuestro único camino a seguir
es un agonizo lento frente a una vida carente de sentido…
influenciada por la locura (y la necesidad) de amar.
Para muchos sedientos de amor…
el veneno es lo que sabe más dulce.


Kenny.

martes, 20 de julio de 2010

Atentamente:


Escapando de la realidad
me encontraba cómodo en entre fantasías,
encvuelto en mis adicciones
soñaba cubierto por un manto de locura...
Soñaba con volver a amar,
con poder hacerte mía...
mientras sucumbia a mis tentaciones
de entregarme por completo a tu dulzura...
Si aquel fuese mi destino
o, quizás, mi sentencia...
lo sabría al final del camino,
luego de haber probado ya tu esencia.
Si la fantasía debe acabar,
si de mi sueño he de despertar,
si debo volver a esta maldita realidad
donde solo me acompaña una fria soledad...
¡solo quisiera suplicar!
que unas palabras me dejaras exclamar...
Amor, a tí me entrego sin mas,
soy solo tuyo... ¡de nadie más!
Y que hermoso ha sido el crepúsculo
que se llevo mil amaneceres de llantos...
donde jamás hubo
ángeles que oyeran mi triste canto.
Que hermosa y bendita has sido
tú, que adornada a mí has llegado,
adornada con estrellas en tus ojos
y envuelta con la luz de luna...
¡¡Que hermosa mujer he visto!!
mientras destilaba mis sentimientos insanos,
de un corazón tosco
que se ha enamorado de un ángel como ninguna.
¿Y qué más hacer?
si he rematado este corazón de poeta,
y lo más bello que me han podido ofrecer
fué poder besar a tal belleza...
Poder sentir aquel abrazo
de una dama tan pura...
tan humilde en su amor
y tímida en sus sentimientos...
Poder sentir aquellos labios
¡Dulces como los de ninguna!
Tan fiel a su dolor
contándole sus secretos al viento.
Pero este poeta se ha condenado
a ser quien la acomapañe,
¡A las puertas de un cielo predicado!
¡O a los confines de un infierno sin desmanes!
Amor,
así mismo como siempre te he llamado...
solo te invito a amar...
¿Me das tu mano?
No prometo borrar tu dolor,
borrar tu desagrado...
pero tal vez si me dejaras intentar
no todo seria en vano...
Y si te negases a mi oferta
hermosa dama de miel,
aun así prometo acompañarte mi dama perfecta
para que tranquila puedas ver...
para que puedas sentir aquello que nos da vida,
aquello que nos llena de felicidad
y que a veces se oculta
entre lágrimas de sal...
Para que puedas ser amada como lo mereces
y como yo prometo hacerlo...
tal vez por un amante que esté a tu lado...
o por este poeta enamorado de tu melodía...
que entre fantasías quiere verte
y entre sueños y anhelos...
llegar a ser tu amado,
que tímido plazma tu perfección de reina
en hermosas y tiernas poesías.
Mi amor de melodía,
Yo... Te Amo.


Atte: Tu fiel poeta enamorado.

lunes, 19 de julio de 2010

Ciegos de nacimiento:


Ciegos de nacimiento:

Nadie podrá acusarme por mi locura, ya que es una condición obligada por la que estoy pasando;
si yo diría que he elegido este estado contradeciría a mi razón, ya que mis palabras más coherentes que en este momento yo pudiese decir, es que una dama… una hermosa dama, me ha capturado el corazón.

Mas no la culpo por su acto,
ya que casi fue sin intención…
¿cómo no enamorarse de una dama tan perfecta? Tan hermosa…
capaz de derretir los glaciares en mi mente
solo con susurrarme al oído una canción…

El verdadero amor no se ve con los ojos,
se siente con el corazón…
yo lo sentí cuando la vi,
creí en su primera impresión.

Hoy, bella, te escribo
desde el silencio de mi oscuridad
manchando estas amarillentas hojas con mis deseos y fantasías de volver a amar.
¿Alguna vez te viste encerrado en un cuarto
solo iluminado por la luz de las velas?
Tus sentidos se ponen a prueba
y a cualquier rastro del presente
el ambiente simplemente se lo lleva.

Pensamientos de incógnito
se adentran en tu subconsciente,
¡la soledad todo lo abarca!…
En ese momento de ensueño te das cuenta
que nada es real,
que en algún momento todo se apaga…

Capturando momentos y sentires
en un viejo cuaderno
me hallo en solitario disfrutando de mi intimidad,
las voces que alguna vez hablaron
se reúnen junto a mi enfermo sentido de realidad.
Almas en pena desplazan a mi soledad,
algunos juegan con las llamas de las velas,
otros, solo se dedican a mirar.
Este poeta…
siempre dedicado a la poesía renacentista,
siempre idealizando
la perfección de su dama soñada…
Los antiguos espíritus aborrecen la cultura actual
se refugian en las plumas de los escasos poetas
que aun están dispuestos a hospedarlos en su humilde hogar…

Ellas vagan por doquier
buscando una razón de muerte luego de su vida,
renaciendo a diario entre melodías y poesías.
A veces se reúnen en los bosques siendo testigos
del temor de los incrédulos,
otras prefieren la oscuridad,
así mismo como la soledad
que han encontrado en mis brazos,
en el frío de mis labios
y la sal en mis lágrimas de mar incierto.

El tiempo es arena en mis dedos
¡y los días un castigo de Dios!,
solo cuando la luna se hace reina en la noche
mi poesía se multiplica en el viento
y los malditos sentimientos
imponen su anarquismo en mi corazón.
Las rimas que asaltan mis palabras…
las mentiras que escribo en cada oración…
como el amor eterno…
la mujer perfecta…
el brillo en su mirada…
y su inocente belleza…
¡¡son falacias!!
Que destaco para engañar sobre mi interior.

¡Que los poemas no fueron hechos para ser bellos!
ni las rimas para crear melodía…
el verdadero poeta sabe
que de los más oscuros
sueños y pesadillas…
nace la verdadera poesía.

Deja las promesas de amor eterno a los ilusos,
a los bellos sentimientos con las personas vacías,
Escapemos juntos de esta realidad que nos agobia
que la muerte sea en este camino
nuestra única guía...
Abandona tus penas,
abandona tu alegría,
arroja tu corazón a la fosa
donde los recuerdos se oxidan.

El olvido es la mejor opción,
¿para qué esperar algo que tarde o temprano llega?
Sujeta mi mano,
no oigas los gritos de tu interior…
saltemos juntos al destino
¡¡del que siempre se hablará!!
Para conocer lo que hay más allá
de lo que una persona viva alguna vez vio.

Somos ciegos de nacimiento
en una vida de fantasía,
nada más que un suspiro…

Yo hoy te invito a ver,
te invito a conocer conmigo
eso mismo que siempre te ha intrigado
pero que a la vez te resultó prohibido.
El suicidio no será un pecado en mi religión
y la vida eterna estará para todos asegurada,
solo hay una única condición…
Entregar tu corazón en las huesudas manos
de la muerte más condenada.

La vida es una ceguera temporal ante lo que viene,
friégate los ojos sin miedo a ver
lo que por las noches sientes…
Las almas en pena son mis fieles compañeras
¡¡de este camino con un mismo final!!,
de esta película con la cual,
como buenos directores,
esperamos no defraudar a los espectadores
de esta efímera función…
Te invito a compartir el mejor desenlace
en este, nuestro escenario,
un cuarto oscuro con velas encendidas,
cuyas llamas bailan con los que ya no hablan…

¡¡Te invito a llamar a la parca a esta ceremonia!!
y juntos…
con una daga desafilada,
rendirnos ante su hermosa tentación.
Ser abrazados por vuestro padre
que egoísta nos abandonó
en esta tierra vieja y seca
carente de sentido…
carente de amor…

Ven amada mía, no dudes más…
que la vida son solo cadenas,
tu último suspiro te liberará…
Enamorados de la muerte estamos,
anestesiados del dolor cantamos…
en una religión tan falsa como la que siguen a Dios
no buscamos su perdón,
nos rendimos a vuestra perdición.
¡Y así!
ser los reyes de este mundo,
ser los plebeyos de nuestro corazón…
que iluso nos muestra sus caprichos
¡soñando aun!...
con el verdadero amor…

¿Qué soñarán los ciegos de nacimiento
que jamás vieron la luz del sol?

سيفKennyسيفڮ†††

Amor te ofrecí.


Te perdí en el otoño pasado,
entre aquellas rocas y árboles del bosque…
llorando te dije a gritos que te amaba
como si así de ti me hubiese despedido.

Jamás olvidaré tu rostro
y tu nombre quedará escrito en cada poema que toque…
sintiéndote cerca nuevamente,
sintiéndome feliz como si nunca te hubiese perdido.

El viento susurra tu nombre
la luna pregunta por su estrella más bonita
pero ¿qué decirle a esa luna pobre?
si la misma pregunta ha consumido la mitad de mi vida.

Sobre la cama congelada
gélidas sábanas cobren mi cuerpo…
como quisiera saber donde estás amada mía
o por lo menos saber si en algún momento regresarás
para así seguir ilusionando a mi corazón en este camino incierto
sobre el cual mis penas caminan.

Si te perdí en el bosque que se convirtieron tus dudas,
en el follaje de tus confusiones,
en ese pantano de tus viejas penas y desamores
que no te brindaban más que tristeza y tentaciones.

Te ofrecí un amor puro y con gusto lo aceptaste,
puse en tus manos un corazón que dedicada lo cuidaste.

Momentos de ensueño te regalé
tatuándote caricias en tu delicada piel
y sellando besos en tus labios dulces como miel
para así cautivarte.

Humilde, un amor eterno te juré
para que la felicidad ya no tuvieras que buscar
y agradecida lo aceptaste…
pero al extender mi mano para que a la muerte me acompañaras;
te asustaste.

Me despreciaste, me llamaste monstruo y de mi te soltaste…
corriste desesperada hacia el bosque de tus dudas
y allí, en el pantano de tus desamores, te quedaste.

¿Qué pasó, amor mío, con ese lazo de amor
que juramos sería eterno?
¿Qué sucedió con tus promesas y juramentos de que
ni la muerte podría vencernos?

En esta desdichada penumbra enciendo una vela negra
y hago culto a tu recuerdo…
me duele tu ausencia pero, al pensar que ya no me recuerdas,
me hace desear fuertemente estar muerto.

¡Muerto! Muerto como tu amor por mi,
muerto como los latidos perdidos en mi corazón…
muerto como los respiros hechos en vano
viviendo de una vaga ilusión.

Esta noche, una hoja oxidada desgarra mi piel
en un afán idiota de querer borrarme tus besos…
me coso los labios para nunca más volver a decir “te amo”
y no sentir en ellos el gusto agridulce de tus besos sabor a miel.

Estiro mis tendones
así mismo como lo hice con mis ilusiones
para llegar a sentir
un dolor un poco más fuerte que el del desamor.

Incinero mi rostro junto a todos mis poemas
para ya no ver esa hermosa belleza compartida
que teníamos juntos, tu y yo.

Finalmente, la muerte toca mi puerta,
es recibida por mi soledad,
me encuentra en la sala principal,
desangrado y sin poder hablar…

Me acaricia el cabello
así mismo como lo hacías tú
y me clava su mirada fría y oscura,
tanto o más como la de tus ojos color azul.
Pero no es tan desgraciada,
ella por mi tendrá algo de piedad…
tal vez pase por dolor antes de agonizar
pero ella, al fin de mi dolor, me podrá librar.

Y tú, perdida en ese bosque oscuro
del cual nunca saldrás,
entre tus lágrimas solo podrás observar
como yo emprendo mi andar…

En ese camino que un día te prometí al amar,
en ese sendero que te ofrecí
para juntos en la vida eterna estar…
pero que por tu miedo decidiste rechazar
llamarme loco y en tu bosque de dudas adentrar.

Tal vez muera en soledad
y sin tu maldita compañía,
pero a pesar de ello nunca te podré olvidar…
no solo porque llegaste a ser mía…
si no, porque a pesar de que cruce la muerte, yo…

Nunca te dejaré de amar.


سيف-Kеnny.-سيفڮ†††

¿Qué fué de tí vida mia? ¿Qué será de mí sin tu compañía?


¿Qué es el llanto?
¿un desahogo?
¿un impulso?
acaso...
¿una reacción ante algún síntoma emocional?
¿por qué lloro por tu lejanía estando tu tan cerca?
¿por qué arden mis ojos en un rojo húmedo
mientras rememoro fotos y revuelvo recuerdos?
¡¡Sabiendo bien que no volverás...!!
¿por qué susurro esas palabras que solías decirme
y que ya no las oiré?
¿por qué ya nadie responde mis preguntas!!!!!!!??
Ven, acércate...
¡¡Llévame al infierno!!
allí no será peor que aquí,
solo será igual...
Y pensar que siempre dije que la soledad era buena
mientras no se volviese una adicción...
SOY UN ADICTO AL AUTOFLAGELO...
un imbécil que sabiendo su destino
no hace nada para cambiarlo...
solo un ser humano imperfecto como todos
pero perfecto para destruir,
destrozar lo bello y desvanecer la luz
tanto de mi interior...
como en la mirada de mis compañías.
No quiero que nadie me vea caer
mientras me arroje desde el barranco...
no quiero que nadie sepa qué hacer
cuando me vean completamente ensangrentado.
Extraño tanto tu fragancia,
...recuerdos...
¡maldición!...
¡Ya no quiero recordar!,
¿a quién pedirle ayuda?
si solo me apaña, abraza y castiga...
la más fría y gélida soledad.
Mi rostro,
congelado por el rocío de la mañana,
enfoca su mirada hacia aquel camino
por el que siempre te veía venir...
esperándote ilusionado,
ignoro esta maldita realidad
que me cubre de desesperación, desilusión y mal porvenir...
Solo el silencio habla en esta gélida noche,
pero que frío hace...
nunca tuve tanto frío...
nunca tuve tanto miedo,
nunca tuve tanta oscuridad rodeándome, abrigándome...
acompañándome...
¿Qué es esto?
tal vez mi sueño se hallan acabado,
¡¡ha comenzado mi realidad...!!
¿por qué abro los ojos?
si la mañana golpea mi rostro con fuerza y sin piedad.
¡Quiero dormir eternamente!
no haber conocido a nadie que lamente mi huída...
solo espero el momento justo en el cual...
poder descansar en paz.
Mírame, óyeme, háblame, ABRÁZAME...
tengo mucho frío mi amor,
noto tanto tu ausencia,
noto tanto tu lejanía...
abrázame,
¡¡no me sueltes!!,
abrázame,
¡¡no me digas que despertaré!!,
abrázame,
¡¡no me dejes despertar!!,
abrázame,
¡¡que contigo en este sueño para siempre me quiero quedar!!
Me siento tan cómodo entre tus brazos,
hace tanto frío en mi realidad,
me siento tan feliz cuando me veo en tus ojos reflejado,
solo lloro al despertar.
ABRÁZAME,
abrázame y no me sueltes por favor...
que soy un ángel sin alas para volar,
soy un poeta sin un corazón con quien hablar,
soy solo un maldito ser humano que ha dejado de soñar...
Ahora solo apagaré la luz,
y me iré a acostar,
espero encontrarte esta noche vida mía,
revuelta entre recuerdos...
sonriendo...
como siempre,
con tu buena voluntad.
Búscame entre mis pesadillas,
solo te pido que me calmes...
y si pretendes encender una llamita en mis ojos,
por favor...
en este frío otoño...
hazme el favor de...
abrazarme...
¡¡abrazarme otra vez!!
como lo hacías
cuando aun me podías amar...

Enamorado.


En una fria noche más,
el invierno se hace cada vez más gélido...
miro tus fotos,
por Dios...
te veo sentada en aquel sofá desde cual solias mirarme,
el aire me embriaga con tu perfume a clavel
mis manos tiemblan por la abstinencia de querer abrazarte.
En mi mente
tus palabras retumban como fuertes sonidos
como el que provoca aquella tormenta que fuerte se avecina
o como de las aves y sus grasnidos.
Te recuerdo...
te extraño...
te necesito...
TE AMO...
¡aun te amo!
¡aun te necesito!
porque cuando aqui estabas
no te sentia tan cerca
tan hermosa,
como hoy los estás..
allí,
sentada en aquel viejo sillón
desde el cual me miras
como si un ángel me vigilara
mientras mi mirada
se hace no más que una adicción
de dolor y lágrimas.
El invierno
mientras yo solo estoy,
se aprovecha de mi debilidad
y me enferma
con su humedad
me abraza con sus gélidos vientos
y yo me pierdo en su inmensidad.
Oh, que grande eres invierno
que ahogas la calidés de mis recuerdos...
oh, que maldito eres invierno...
que me apañas solo en estos tiempos
de soledad y amargura
en la cual me han condenado...
mis malditos sentimientos.
Si poeta he nacido
si algún día un bruto seré,
no importa lo que halla dicho...
si no, más bien...
donde terminaré.
Si buen fin no le veo a esto,
este camino insinuoso que me lleva a no se qué lugar,
pues después de haberte a ti,
malévolo y desalmado demonio...
conocerte...
la verdad,
es que me he vuelto a enamorar.
Y de que hermosas dama ¡Señores!
no se lo podrían imaginar...
su dulzura es grandiosa señores
y su sonrisa...
es como una manzana para Adán.
Ella, hermosa a mi a llegado,
desde tierras deconocidas...
mientras en mis pesares
mi corazón estaba torturando,
ella mi cabeza levantó
¡¡mi rostro miró!!
e inocente me dijo
que por unos momentos me acompañaria.
¿Y qué más podria hacer yo?
idiota poeta fracasado...
fracasado ante la vida,
ante el amor...
fracasado por no haber llegado a ser
si quiera aquel
que tanto soñaba en sus fantasías de niño escritor.
Aquella dama me acompañó,
pero solo bastó un momento
un instante, un simple segundo...
para que su sonrisa quedara tatuada en mí...
en lo más sensible
de mi corazón.
Y ahora,
con el frio que esta noche azota la ciudad,
le escribo a ella tan hermosa
tan bella
tan amorosa
como aquella quien me estuvo por matar.
Pero me he rendido de nuevo a sus brazos...
ella no quiere de mí más que una amistad,
pero la amaré en silencio,
la amaré como siempre he amado...
desde mis fantasías, mis deseos...
y desde mis sueños
la besaré como siempre he besado.
Solo para entristezerme al despertar...

¿Qué quieres de mi hermosa dama?
¿Algo más que no sea mi vida, mi corazón y mi amor?
todo eso lo tienes a tu disposición...

Me ha enamorado,
desde el silencio le grito sin pudor...
que si el honor de llamarla vida mia me dejara
yo lloraría lágrimas de dolor...
por amar sin límites,
por verle a la vida más color...
por necesitasr para amarla aun más
a aquel que hace poco tiempo he asesinado
muriendo en mis brazos sin compasión...
aquel tonto, iluso e idiota...
enamoradizo corazón.

Volver a amar.


Ella no había tenido ningún efecto en mí
mientras tímido leía mis escritos frente a la audiencia
aquella dama, quien parecía estar sumergida en mis palabras,
lentamente clavó su mirada en mi perfil...
haciéndome sentir aquella envolvedora firmeza.
Solo la de unos ojos tan hermosos...
verdes claro como el mar pintado,
que tímidos y frívolos
clavaban sus pupilas en mi rostro
me demostraron emociones y sentimientos cruzados...
Me encontraron arriba del escenario
destilando mi arte...
supo ser ella, ¡la mas bella!
quien ocupó mi cabeza en mis diarios
pensante y recordante de momentos tales...
Como en los que indefenso me hallaba
calmando mi adicción a la noche
¡entre melodías y poesías!
hablando a solas con mi corazón que gritaba
desesperado hacia mí sus malditos reproches.
"¿Por qué, siendo tu un poeta de romances,
aun te desvives en soledad?"
siguiéndome diciéndome
"Si sabes que tendrás todo a tu alcance
con solo rendirte a tu soberbia y dejando tu humildad..."
Corazón, que tan ambicioso eres
que te has olvidado del amor,
entre lágrimas le repetía y en consiguiente le decía
"¡¡Que tan importante ha sido aquella gracia que vieres
que te has olvidado del ajeno dolor...!!
No digas más, calla tu voz...
corazón, no quieras ser quien sujete las riendas de mi decisión,
que aunque en cuenta yo siempre te tenga,
lamentable es tu opinión
de usar mis poemas para otros fines que no sea... el amor."
En un intento de defensa mi corazón me respondió
"Poeta no eres ni romántico serás
si yo no te acompañase ni te guiase
por el camino que te desvió
hacia aquella funesta soledad...
¡¡mira poeta fracasado!!
¡¡que bien lo has sabido llevar!!
que aunque feliz quieras seguir
sabes bien que por otro lado
no puedes negar la realidad...
¡¡estás solo!!
¡¡sin nadie más!!
sabiendo perfectamente que yo, tu loco corazón
poco a poco
tomará las riendas de tu caminar..."
La noche se adensaba
mientras la luna tímida miraba
escondida tras nubes de fina lencería
atenta escuchaba
lo que mi razón a mi corazón le contestaba...
"No te creas que te me eres indispensable
pues hoy he conocido la pureza
tras unas pupilas de una dulce niña
que mirándome arriba del estrado
infundía en mí su admirable belleza...
No te creas que te me eres tan importante
que hoy he conocido la verdadera sensibilidad
y aunque tu seas un corazón, rencoroso por un pasado dolor,
quiero que sepas en este instante
que ni siquiera tú conoces tan melancólico mirar.
Si aquella, tan hermosa dama,
frente a ti hoy estuviera...
permitiéndome plantearte tal situación de debate,
sabrías abandonar tu orgullo que tanto te ata
y darle una simple posibilidad a aquella que tan humilde vieras.
Si aquella que hoy me ha llevado a mis locas fantasías
frente a ti hoy se encontrara
sabrías decir, sin posibilidad si quiera de mentir
que su belleza desborda en cada suspiro por no hacerla mía
y que su pureza es pintada por los colores de aquellas inocentes palabras...
Palabras dichas a fin de indagar en mi razón
siendo ella tan humilde como para preguntar
sin que a mi desazón llegue mi rencor
maldito corazón
¡¡déjame en solitario pensar!!
Las horas se desvanecían
así mismo como se carcomía la discusión,
envuelto en cólera mi corazón no tuvo más que aceptar mi razón
de que aunque serían crudas las batallas que venían
mis poemas no serían más que para aquel nuevo amor...
Y aunque algo de verdad
yo en sus palabras encontrara,
palabras manchadas con dolor, y un profundo desamor...
aunque fuese cierto que en soledad
yo poco a poco enfermara…
la realidad era que no quería hacer daño a nadie,
solo quería escribirle a aquella dama...
de ojos verdes de un mar pintado, de un sueño recordado,
que dulce me miraba
mientras yo apenado leía mis pesares.
¡¡Y que hermosa mujer!!
la que ha llegado hasta mí...
que aunque me pese verla pocas veces
el magnífico recuerdo de sus ojos al ver
me ha cautivado así.
De manera tal
que aunque bien sepa que jamás la podré alcanzar,
a mi corazón he callado y a mi razón abandonado
para entregarme por completo a los brazos
de aquella que bien me supo atrapar...
y si solo fuese una obsesión, sin más...
juro por Dios que esta obsesión guarda algo de amor detrás...
pues estarle escribiendo mientras lloro en silencio
debe significar algo para los Dioses que extraños me han de mirar
cuando llegue frente a ellos, humilde con un corazón en mis manos,
asesinado por la manía...
de volver a amar.

Aquellos, quienes alguna vez hablaron...


Si uno presta mucha atención
a aquel momento casi efímero
que se da luego del despertar,
podrá oír, aunque de manera muy apaciguada,
los segundos de vida…
que se van restando con cada respirar...
Y si permaneces oyendo el correr de nuestra vida,
aquel pasar de segundos...
en aquella deliciosa paz,
podrás sentir como el tiempo se detiene
y como el mundo se congela en cada suspiro que das...
Porque la vida se resta a paso lento,
la vida se gasta en cada mirada...
la vida no es más que un sueño
que simplemente acaba por la mañana.
Que fácil es sentirse agobiado por la vida,
que difícil es aprovechar su oportunidad...
pues es lo más bello que nos brinda...
poder ser algo más que un simple mortal.
Tranquilo, la muerte ya llegará...
pero ¡que triste es esperarla!
¿por qué al menos...?
tal vez...
quizás...
¡¿no tratas de ser alguien más?!
Cada uno lucha contra sus propios demonios
en su propio infierno...
cada uno es acompañado por su propio ángel
que le ha prometido el cielo...
ahora bien,
¿qué significa el cielo y el infierno para algunos?
si la poesía ha sido mi refugio
mientras que para otros no ha sido más que eso,
solo simple poesía...
pues bien podría yo aseguraros,
que sin su manto, yo, de frío moriría.
¿Y qué es la vida de un poeta, sin su poesía...?
tal vez, lo mismo que un actor sin su actuación
o un músico sin su melodía...
pero bien he de saber que la escritura
¡¡es el infierno de algunos!!
ya que solo con ella se descargan...
¡¡que triste es saber!!
que mi cielo, mi paraíso, sea para algunos...
¡¡un Hades!!
donde sus condenas a sus espaldas cargan.
Pero, la vida sigue...
el tiempo se va...
así mismo como alguna vez vino
de imprevisto, la vida se irá.
Pero ¡que triste es esperar a la muerte!
mejor siéntate en su llegar,
pues cuando a ti abrace
ya no habrá vuelta atrás.
Si escuchas con atención aquel instante
que se da luego del despertar,
si cuentas con buena memoria
y aquellas palabras puedes rescatar,
podrás oír a aquellos hablar...
aquellos que en silencio ya han de estar,
pero que sin embargo
llegan hasta ti para de tus sueños cuidar.
Porque son ellos quienes hace tiempo ya
abrazaron a la muerte...
yo aquellos quienes ya no pueden hablar...
pero que sin embargo,
¡entre tus sueños de mortal!,
a un lado de tu cama se reúnen
para así cuidar de tu suerte...
son aquellos quienes alguna vez soñaron
pero a quienes su hora de despertar ha llegado...
y bien saben…
¡Lo triste que es esperar a la muerte!
pues su suerte no fue la mejor,
al estar agonizantes esperando a aquella maldita
quien mejor que nadie sabe
cómo la vida se escapa entre segundos y suspiros
de personas que esperan aquella tierra bendita.
¡¡Ella mejor que nadie sabe tus pesares!!
y como gran sabia,
sabrá llegar en el momento justo...
en el cual, la vida se apaga,
en el cual el sueño termina...
en el cual vuestro sueño llega a la mañana
en donde el rocío vuestros ojos acaricia.
¿Y qué más decir?
Si la muerte…
no es más que pasar de un sueño a otro,
mejor déjalos dormir en paz...
que tal vez mientras tu sueñes con su recordar,
el o ella estará a tu lado,
hablándote de todos modos...
Y si luego de abrir los ojos no os veis,
escucha atentamente...
que entre aquellos segundos
que se escapan por la mañana
se puede oír aun aquella voz
de los que os acompañaron por la noche
y que al despertar, se fueron a refugiar de nuevo
con los mantos oscuros y fríos
de aquella vieja y esperada muerte...