- BIENVENIDOS -†††

No temo a las palabras de los enemigos, si no, al silencio de quienes dicen ser amigos. No temo a las mentiras de los traidores, si no, a la traición de los débiles. No temo al ataque de los mismos de siempre, si no, al ataque caprichoso de los cobardes y confundidos. No temo al horror, no temo al terror porque lo conocemos bien desde que nacemos, le temo a la esperanza y a la confianza, las mismas que se vuelven contra nosotros y nos hostigan hasta que morimos. Uno se acostumbra a seguir construyendo castillos de cristal en el aire, sin prever la tempestad.

lunes, 19 de julio de 2010

Enamorado.


En una fria noche más,
el invierno se hace cada vez más gélido...
miro tus fotos,
por Dios...
te veo sentada en aquel sofá desde cual solias mirarme,
el aire me embriaga con tu perfume a clavel
mis manos tiemblan por la abstinencia de querer abrazarte.
En mi mente
tus palabras retumban como fuertes sonidos
como el que provoca aquella tormenta que fuerte se avecina
o como de las aves y sus grasnidos.
Te recuerdo...
te extraño...
te necesito...
TE AMO...
¡aun te amo!
¡aun te necesito!
porque cuando aqui estabas
no te sentia tan cerca
tan hermosa,
como hoy los estás..
allí,
sentada en aquel viejo sillón
desde el cual me miras
como si un ángel me vigilara
mientras mi mirada
se hace no más que una adicción
de dolor y lágrimas.
El invierno
mientras yo solo estoy,
se aprovecha de mi debilidad
y me enferma
con su humedad
me abraza con sus gélidos vientos
y yo me pierdo en su inmensidad.
Oh, que grande eres invierno
que ahogas la calidés de mis recuerdos...
oh, que maldito eres invierno...
que me apañas solo en estos tiempos
de soledad y amargura
en la cual me han condenado...
mis malditos sentimientos.
Si poeta he nacido
si algún día un bruto seré,
no importa lo que halla dicho...
si no, más bien...
donde terminaré.
Si buen fin no le veo a esto,
este camino insinuoso que me lleva a no se qué lugar,
pues después de haberte a ti,
malévolo y desalmado demonio...
conocerte...
la verdad,
es que me he vuelto a enamorar.
Y de que hermosas dama ¡Señores!
no se lo podrían imaginar...
su dulzura es grandiosa señores
y su sonrisa...
es como una manzana para Adán.
Ella, hermosa a mi a llegado,
desde tierras deconocidas...
mientras en mis pesares
mi corazón estaba torturando,
ella mi cabeza levantó
¡¡mi rostro miró!!
e inocente me dijo
que por unos momentos me acompañaria.
¿Y qué más podria hacer yo?
idiota poeta fracasado...
fracasado ante la vida,
ante el amor...
fracasado por no haber llegado a ser
si quiera aquel
que tanto soñaba en sus fantasías de niño escritor.
Aquella dama me acompañó,
pero solo bastó un momento
un instante, un simple segundo...
para que su sonrisa quedara tatuada en mí...
en lo más sensible
de mi corazón.
Y ahora,
con el frio que esta noche azota la ciudad,
le escribo a ella tan hermosa
tan bella
tan amorosa
como aquella quien me estuvo por matar.
Pero me he rendido de nuevo a sus brazos...
ella no quiere de mí más que una amistad,
pero la amaré en silencio,
la amaré como siempre he amado...
desde mis fantasías, mis deseos...
y desde mis sueños
la besaré como siempre he besado.
Solo para entristezerme al despertar...

¿Qué quieres de mi hermosa dama?
¿Algo más que no sea mi vida, mi corazón y mi amor?
todo eso lo tienes a tu disposición...

Me ha enamorado,
desde el silencio le grito sin pudor...
que si el honor de llamarla vida mia me dejara
yo lloraría lágrimas de dolor...
por amar sin límites,
por verle a la vida más color...
por necesitasr para amarla aun más
a aquel que hace poco tiempo he asesinado
muriendo en mis brazos sin compasión...
aquel tonto, iluso e idiota...
enamoradizo corazón.

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