- BIENVENIDOS -†††

No temo a las palabras de los enemigos, si no, al silencio de quienes dicen ser amigos. No temo a las mentiras de los traidores, si no, a la traición de los débiles. No temo al ataque de los mismos de siempre, si no, al ataque caprichoso de los cobardes y confundidos. No temo al horror, no temo al terror porque lo conocemos bien desde que nacemos, le temo a la esperanza y a la confianza, las mismas que se vuelven contra nosotros y nos hostigan hasta que morimos. Uno se acostumbra a seguir construyendo castillos de cristal en el aire, sin prever la tempestad.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Trotamundos:


Como aquel que halló el silencio
y nunca pudo contarlo
el que vio con ojos de ciego
y no llegó a narrarlo,

como aquel viajero andante
escabullido en la grieta del tiempo
surcando estrellas de constelaciones
no vio más que silencio, universos...


Así vagabundea el detallista
que de detalles vive,
come pan, toma agua,
se nutre de las nubes
de las rosas solo espinas recibe.


Se complace en el sexo
al ver reflejar gemidos en la ventana
dilatarse las pupilas en el orgasmo,
la sonrisa cálida del agradecimiento,
una molécula de anhelo flotando.


Busca y rebusca entre sonrisas de llanto
el brillo de alegrías pisadas, desencantos.


El detallista es como el lazarillo
guiando a los demás por un camino
solo él ve la belleza de los costados,
sueña con correr hacia esos bosques, lagos...


Allí donde se reflejan rostros viejos
jóvenes, desgastados,
de aquellos vagabundos andrajosos,
hambrientos que nunca se enamoran
y ven con sus ojos escamosos
el silencio pintado en sus rostros sucios,
cansados.


Kenny

lunes, 28 de noviembre de 2011

¿Y qué?

¿Y qué?
Si no somos más que crisálidas atolondradas
que bajo el escaparate del cordón se suspiran
y entra rubias y negras hablan de morochas y pelirrojas
que bien han sabido chiflarnos y olvidar,
mas qué hacerle libélula del recordar
que destapar otra rubia y de su pico tomar
oyendo el tema que está por sonar
y acrecentar la charla amena, desvariada...
tal vez en una de esas, no sin más,
se nos inmole el recuerdo y podamos olvidar
mientras en la espera, mientras en el dormitar,
libélula amiga, hablemos de algo que no sea el amar.
¿Y qué?
Si nos la pasamos noches de día en vidrieras
de viejos bodegones sin gourmet ni mesas ni sillas
acariciando lívidamente nuestro reflejo
sollozando mariposas cristalizadas
azuladas borrosas de un triste espetar,
ven querida libélula de mil años o más
quédate en el parapente y observa mi accionar
que si la noche nos tiende una coartada
y el ocaso muere al compás
bien sabré yo tonta bestia animal
cómo hacer de la noche un bonito lugar.

Mala Partida


Dime tú hermano,
sí tú,
que has vivido más
que has sufrido más
y conoces la mar azul,
dime que ha de pasar
con este sufrir
que condenado a sentir
estoy sin fin
ni rumbo ni paz.
Consiénteme,
oh tú
hermano capaz,
bien has sabido llorar
y reír como ningún
abstráeme tu sapiencia
abrázame sin brazos
has roto tus lazos
e internado tus creencias,
si has recorrido
has vagado no en vano
por ti
por este mundo corroído
bríndale a este hermano
algo abandonado
acongojado
la paz sempiterna
de tu gracia de morisquetas
en ese rubor de amar.
Si he llegado hasta aquí
y no he pasado por allí
¡hey tú!
guíame hasta la entrada
de este laberinto sin fin,
compréndeme sin más
sin palabras al hablar
solo brinda tu silencio
envuelto en miradas
a este hermano sin hermanas
que tan mal le ha ido en el azar.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

De Dioses y Estrellas


Mucho tiempo atrás los Dioses, que grandes bailarines siempre supieron ser, danzaban y bailaban alrededor del vasto cosmos. Entre sus 2 x 4 y rumbeares por debajo de sus pies rasgando el vacío brotaban chispas y partículas de polvo que se esparcieron por toda la profunda nada naciendo así los planetas y las constelaciones.
Entre sus respiraciones y algunos descansos, que serían para nosotros millones y millones de millones de años, se fue gestando la vida en ciertas partículas de polvo y chispas cristalizadas.
Los Dioses fueron dejando así un camino de vida, universos y constelaciones en sus pasos de baile y se fueron perdiendo a otras realidades y otras danzas.
En su ausencia las estrellas, siempre tan competitivas entre ellas como lo es sabido, se disputaban por quién resultaba ser la más brillante y la más hermosa. Así poco a poco se fue creando la luz en la oscuridad y en esa competición participaron todas las estrellas sin excepción; incluso la luna se había colado sin permiso pero fue prontamente expulsada por no ser una estrella legítima, desde aquel entonces, renegada, se dedica a robarle el brillo a las estrellas descuidadas cada vez que tiene oportunidad.
Así competían ellas mientras los hombres nacían y morían a lo lejos, algunas de tanto brillar se inmolaban esparciendo cientos de miles de millones de estrellitas bebés por todo el universo. Otras se esforzaban tanto que en una pequeña detonación salían volando cual estrellas fugaces frente a las risas de las demás, pero hubo una en especial que decidió ser la más hermosa de todas aunque no la más brillante. Ardiendo joven y llameante comenzó a lanzar ráfagas de fuego y ardores de pasión tan candentes que alejó a todas las demás a años luz de distancia. Al atenuar su fulgor se dio cuenta que la fiesta había finalizado, su soledad le concedía la melancólica victoria y su trono era un lugar fijo y solitario.
Ahora suele sollozar cada tanto la pobre acompañada por la zorra luna que fingiendo ser su amiga le despoja cada tanto algo de su luz para lucirla en su plateado vestido de noche. Los hombres ya adultos le acompañan para que no se sienta tan sola, es más, solían ofrecerle antes sacrificios en su nombre pero ella no busca adoradores, sino más bien, admiradores. Quiere creer los elogios de los hombres pero se aflige al verlos bajar la mirada al suelo ante ella.
Pobre estrellita, tan sola, tan linda, todavía no comprende que el ojo del ser humano aun no está preparado como para espetar tanta belleza y se queman sus pupilas por ese fulgor ardiente de pasión intacta y amor soleado.


Kenny

martes, 1 de noviembre de 2011

Momentos retrospectivos

¿Cuántas medidas de penas entran en una medida de whisky?
¿Cuántos suspiros arrebatados en pitadas de tabaco?
¿Cuántas heridas hechas entre hojas de poesía?
¿Cuántos sueños vedados por el insomnio?
¿Cuántas palabras encarceladas por el silencio?
¿Cuántos sentires acallados en roncos latidos?
¿Cuántas vidas apagadas en un instante?
¿Cuántos deseos cercenados en desilusiones?
Fuegos helados que carcomen la consciencia,
gélidas llamas que arden friolentas en la mar
no más que ríos amontonados que descienden
desde las pupilas hasta las mejillas,
desde el alma desnuda hasta el blanco papel.
No es momento ni tiempo, tampoco suerte ni lugar,
es solo un ángel sin alas expulsado del cielo
que busca entre mutismos y calmas un lugar pa llorar.

Kenny

Rehenes


Qué tan cruel ha de ser el amor
que vagan por
ahí despechados despellejados
por haber abandonado
su piel pa tratar de olvidar caricias.
Lagrimosos sin lagrimales
de tanto haber lagrimeado,
amantes que aman
un amor desenamorado,
silenciosos que callan
silencios pa gritar mutismos,
otros que por detestar besos añejos
besan labios fríos de olvidos besados.
Qué tan cruel ha de ser el amor
que vagan y vagan los enamorados
sin un amor a quién amar,
atontados algunos por esa enfermedad
se internan en el psiquiátrico de la locura y
se declaran incompetentes pa seguir,
otros mártires se embarcan
en los océanos de la mala memoria
pa olvidar recuerdos recordados
y mojar sus pies en aquellas palabras nunca dichas,
aquellos deseos no realizados,
promesas no cumplidas, amores frustrados.

Kenny

Dos locos


Ahí donde habita el olvido suele colarse el recuerdo
y qué mala suerte che que el dolor lo saca corriendo,
él no se da por vencido, vuelve emperrado,
el olvido ni se pispea ya que anda, como siempre, algo borracho.

Ahí donde habita el recuerdo suele colarse el olvido
borracho el loco suele robarle algunos momentos del alhajero,
éste lo encuentra y antes que cuente diez el olvido se escapa.
¿A dónde va el olvido si con el recuerdo no se lleva y el dolor lo acompaña?

Así andan estos dos locos por los montes de la mente
y entre dolores y alegrías danza y baila la vida.
Cuando el tiempo sufre un paro cardíaco o el reloj se queda sin pilas
el recuerdo se marcha a descansar y el olvido de lo demás se olvida.

Así andan estos dos, y cuando el ocaso se yerme sobre el respirar
entre tambores indios y aplausos de flamenco
danza alegre y penosa la muerte
que flaca como la ven se olvida de quien nace y se acuerda de quien muere.


Kenny

miércoles, 26 de octubre de 2011

Escondidas


Los artistas inanes vagan por la ciudad en busca de inspiración para cometer aquel ciejo crimen contra la rutina, aquella vieja comunión que siempre congrega a tantos locos y desquiciados en contra de ella, desean torturarla, masacrarla, ultrajarla, violarla, asesinarla. Entre eso las escuelas de arte abren sus puertas a diestra y siniestra y sus profesores y sus licenciados se sientan a tomar mate en pequeños banquitos de pino esperando a estudiantes e interesados; “nadie” se acerca y pregunta si "alguien" anduvo por allí, "no" le dicen ellos y nadie tímido se va.
Los artistas buscan y requetebuscan por las callejuelas de los suburbios y a la vez son buscados por profesores que quieren pulir ese talento. Los artistas no suelen ir a escuelas de arte para no hacer de aquello una rutina que inevitablemente quieran torturar, masacrar, ultrajar, violar o asesinar...


Kenny

domingo, 16 de octubre de 2011

Susurro


No querrías saber aquello
que ocultan mis ojos que,
aunque lastimeros sí,
suelen ser sinceros.
No querrías ver aquello
que ven mis ojos que,
aunque desgastados sí,
suelen ver mejor de lejos.
No querrías adentrarte a mi universo
de mil quimeras y mil verdades,
donde yace altivo el furtivo
y arrastrado el ocioso.
No querrías correr conmigo
cuando estallen los eones y
se aniquilen los poetas
fusilando pérfidos sueños rotos.
No querrías acompañar
a este pobre loco
al altar del delirio,
que aunque adornado con lirios
y rosas de papel
suele volverse un niño
y suicidarse de vez en vez.


Kenny

sábado, 15 de octubre de 2011

Fusilamiento


Un escéptico buscaba algún recoveco en la ciudad donde cometer el crimen, alguna grieta en el tiempo para llevar a cabo el asesinato. Buscaba como tantos de nosotros matar el tiempo con algún arma que no llamara mucho la atención, alguna actividad estrafalaria que le jugara una mala pasada a la rutina.
Entre búsqueda y recorrido se adentro en una vieja casona de Adrogué donde se exponían obras anónimas realizadas con suma delicadeza. Cada cuadro respondía a un sentimiento y exclamaba desde su mutismo el llamado de atención a espectadores y bohemios que solían congregarse allí.
Se hacía presente el surrealismo, las técnicas mixtas, los pliegues y despliegues, los collages de recuerdos, las fotografías de momentos intrascendentes trascendidos, en sí, la belleza artística expresada en la totalidad de sus modos.
Es en eso que encontró una reproducción viva de la muerte frente a sus ojos. Una réplica exacta de aquello que suele considerarse vergonzoso o penoso, una imagen donde se resaltaban unas pupilas melancólicas, labios carcomidos y un cabello desarreglado. Una desnudez sublime del alma en todo su fulgor que lo atrapó desde el primer instante, abstrayéndolo de tal modo que todo el mundo, o lo que al menos el consideraba mundo, se ocultó tras un sedoso velo de silencio y calma. Solo eran él y aquel cuadro platinado frente a su elocuencia.
Tras de él había una columna marmolada y como en un estado de insomnio se preparó para el fusilamiento en el momento mismo en que la imagen habló pronunciando estas haladas palabras: “He conocido el vasto mundo de la miseria y el sufrir, he visitado tantos universos como libros hay en mi biblioteca y he entablado charlas nocturnas con la parca durante años, pero jamás he percibido tal dolor, tal miseria, melancolía y repugnancia como los que hallo en tus pupilas café, ventanas de un espíritu sollozante, reflejo del infierno dantesco. ¡Vete y no vuelvas! Que mis ojos se inundan de crisálidas al ver el desierto estepario en los tuyos, ¡vete y no regreses perro embustero! Que ni la gracia del señor se apiade de tu alma por andar difundiendo por ahí tanta angustia, escarmiento y desolación…”
Así fue como el hombre dejó de mirar su reflejo y se retiró del lugar, complacido de haberse encontrado a sí mismo, insatisfecho de no haber hallado a otro.


Kenny

jueves, 13 de octubre de 2011

Desplazamiento


El detallista leía incómodo en el transporte debido a la mirada fija de aquella anciana que parecía mirarlo con desprecio sentada delante suyo. Hojeaba algo apresurado las hojas del libro nuevo mientras de reojo observaba el movimiento dentro del vehículo, atento por si otro asiento se desocupaba y así librarse de aquella mirada acusadora. Es en eso que los cuentos plasmados en el papel de arroz lo fueron reclamando, lo fueron asediando y poco a poco arrebatando de aquella realidad. Se encontraba ya él en la antigua Roma o en Génova, se encontraba hablando con un soldado agotado o con una reina de un país inexistente, se encontraba ya planeando un asesinato o dirigiendo una misa en Medio Oriente, aunque siempre había entre los personajes alguno que lo perseguía con aquellos ojos tajantes, algo resecos y llenos de misterio cual pupilas cobrizas de viejo felino de ciudad.


Entre lecturas, pausas y paradas la gente fue abandonando la unidad. Lánguidamente fue cesando el parloteo constante que se producen en los ajetreos y disolviendo la densidad del ambiente resultante de tantas respiraciones y exhalaciones sincronizadas.


Por más que ya se hubiesen desocupado la gran mayoría de los asientos, el detallista aun no se apartaba de su lugar, así mismo como la anciana no apartaba sus sinuosos ojos de él, siempre con el ceño fruncido y los labios algo descolocados, mal pintados con labial rojo intenso y resecos por el caminar de los años.


Sinceramente ya la incomodidad pasó a ser un fastidio para el viajero, pero al momento mismo de querer cambiar de asiento una palabra, una frase, una imagen visual o ¡una exclamación! lo envolvía de manera tal que nuevamente caía rendido en la abstracción literaria. Sonaban y resonaban las explosiones en guerras revolucionarias, las plegarias de los creyentes se confundían con los gritos de los ateos que frente a la orilla del mar arrojaban sus deseos de felicidad y su fe mientras eran acosados por integrantes de la inquisición. Se sentía el cálido aroma a pasta por las calles empedradas de Italia y en sus estrechos laberintos se encontraba con algunos perros callejeros que le lloraban al pasar.


Ya cuando las dos palabritas que suelen aparecer al final del libro se acercaban, el loco detallista cerró el libro decidido plenamente a viajar en paz fuera de la mirada inquisidora de aquella mujer semejante a una reina sin territorio, a un soldado fatigado por la guerra contra el tiempo o a un cura agnóstico en medio de tanta ignominia. Así se levantó presuroso y solo bastó una mirada a través del cristal que lo separaba de la travesía para darse cuenta que el tiempo no tiene tiempo para detenerse y que mientras uno viaja entre cuentos de papel de arroz la vida transcurre fuera sin un final escrito; así era, había que bajar pues el viaje había terminado para él, mas no para aquella anciana que se había quedado dormida en su asiento con su bolso tendiendo entre sus manos huesudas y la boca entreabierta de labios mal pintados, desgastados por la sed de tanto andar...


Kenny

miércoles, 12 de octubre de 2011

Pausa


Tal vez sea cierta la mentira
tal vez sea mentira la verdad
que tan sumergido en fantasía
no pude entender la realidad,
invadido de nostalgias
frágiles marcas de melancolía
agora me vienes a abrazar
como quien se apena de un loco
que caminando va sollozante
por las calles de la gran ciudad,
agora vienes a suplicarme
como siempre tarde nomas
aun no entiendes querida
que las oportunidades pasan
que el tiempo que se escapa
a tus manos ya no volverá.
Y cuando llegues a mi lado
ya a mi lado no estarás
pues ha sido cierta la fantasía
sumida en melancolía
de una triste realidad
que de tanto predecirla
de tanto llamarla
se ha vuelto verdad.


Kenny

Adieu


Me hallo en un estado de extremo absurdo, abstraído casi por completo de lo que acontece a mi alrededor me redimo lánguidamente a espectar el tenue pasar de la vida. Las gringlolas de intrascendentes recuerdos me obligan a forjar mis pupilas en el sinuoso camino de la esquizofrenia, para variar, despejo mi obnubilada visión con la brillantez exánime del llanto de prostitutas mal pagadas y me sumo en el gemir melancólico de perros callejeros, gangrenados, pateados, detestados...

Y es en la turbulencia de mis sentidos que siento el ala de la estupides rosar mi frente, una pira funeraria lleva el nombre de mi razonamiento, el trono de oro ha sido ocupado por la demencia, ya la abstracción se ha convertido en una perenne realidad y la locura dramática en un cotidiano sempiterno.

Una bala diamante dirigida a mi cerebro ha perforado mi cráneo y se ha introducido en mi desazón, estallando mi cabeza en un big bang de desesperación y llanto he huido sin mirar atrás ni oír al pasado hacia aquel lugar donde terminan todos los poetas maduros y seres humanos podridos, aquel sitio donde las flores crecen libres tanto como la locura de los internos y donde el cielo se encuentra tan cerca de las manos que podríamos quemarnos con el sol con solo levantar el brazo. He huido a la indecencia pagana rodeada de muros de mármol, allí mismo donde nacen las más puras verdades y aforismos de la vida pero nunca son escuchados.


Kenny

lunes, 3 de octubre de 2011

Estoicismo


La libertad no ha de negarse a nadie, por ello,
aquella lágrima deseosa de escapar, déjala correr.
Ya que se ha escabullido por entre tus lagrimales,
no sin antes despedirse melancólico
de tus pupilas manantiales, déjala huir.
Diamante forjado en la minería de tu espíritu,
déjalo deslizarse perspicaz por entre
las dunas de tus mejillas,
contemplar presuroso el contorno escarlata
de tus labios entreabiertos y
correr desesperado sin destino para saltar suicida
desde el precipicio de tu rostro en búsqueda tenaz
de una muerte trágica.
Estrellarse impío sobre la seda
de tu pañuelo de seda enredado en tu cuello,
la dureza de la mesa de roble que ocupas
fumando un cigarro, bebiendo aquella copa,
o la suavidad perfumada de tu tersa piel
acariciada por el silencio.
Aquellas lágrimas todas, son pobres poetas
que desertan del ostracismo del mutismo y
salen a vagar sin buscar otra cosa
que el refugio prometedor de la prematura muerte,
visitando esbeltos perfectos Edenes de Eva
antes de entregarse al apresuro del suicidio,
la ilusión de la trascendencia los hostiga
la esquizofrenia, el detallismo, la locura,
los excesos siempre presentes.
Amando y escapando como un loco enamorado
buscando saltar desde el barranco de la vida
estrellarse en el infinito del firmamento,
dejar una marca húmeda cual mirada perruna
en la memoria de sensibles y así morir en vida
para luego resucitar en pueriles sueños de
futuros artistas y amantes descorazonados,
vertiendo sus llantos en sublimes perfumes
entre cabelleras de jóvenes damas y
rosas marchitas en manos gangrenadas...
Así son las lágrimas suicidas, así mismo los poetas.


Silguero I.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Muñeca


Veo mujer en tus ojos,
el desgano de exhibirte
frente a buitres y brutos
y ser adulada y deseada.
Noto la falsedad de tu sonrisa
ante las fotografías que tratan
de robar tu imagen de muñeca
de barata porcelana.
Parecieras darte cuenta de que
vales más que lo que dice la etiqueta
pero sin embargo no encuentras solución
a la belleza que llevas a cuestas.
Ellos te exigen que seas puta y fácil,
que seas hermosa e ingenua,
¿qué hacerle?
seguir maquillándote
pa mostrar muslos y piernas,
seguir sonriendo
pa tapar lágrimas y penas.

martes, 20 de septiembre de 2011

Fuera del Parque de la Inocencia:


Cierta vez ella sacó a un grupo de infantes del parque de la inocencia, alejándolos de los juegos y hamacas, a uno de ellos le concedió la sinceridad, así vivió siempre en la desdicha y el resentimiento, a otro le otorgó el engaño y éste se hizo del éxito y el prestigio de sus semejantes.
A aquel le brindó la sabiduría y así siempre vivió en aislamiento, a aquel otro la ingenuidad y siempre estuvo rodeado de pretendientes y oportunistas bajo el nombre de amigos. A uno de ellos le dio un haza y cabizbajo pasó el resto de su vida, al otro le dio un látigo, el cual siempre acompañó su gloria.
A un grupo de ellos les fue entregado un fusil a cada uno, tres de ellos murieron enfrentando al enemigo y los otros dos perdieron sus amistades y ambas piernas en batalla. Al otro grupo les fue concedida la ambición y resultaron ser el enemigo.
Así ella fue repartiendo impune sus obsequios ya fuera del parque de la inocencia.

¿Qué me toca a mí de la vida?

El calificativo de poeta y el lamentarme por ello.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Desavenidos:

No quisiera redimirme a la tentación placeaba de la sempiterna abstracción, al menos no por ahora, pero cada vez se me dificulta más el despertar de un sueño o el dormitar en la realidad.
El mal augurio de los primeros síntomas de la esquizofrenia me obliga al apresuro de increparle al mundo la repulsión que me producen sus hijos enfermizos, huérfanos de un Dios misericordioso, carentes de un diablo verdaderamente impiadoso contra quien luchar.
He encontrado hoy, sumergido en la desesperación, la cura para tanta crueldad, el cálculo exacto para lograr una verdadera paz, pero ante tanta desatención, tanta indiferencia, mi mente enferma se ha encargado de desechar aquella exitosa fórmula en el aljibe del olvido.
Intrascendentes palabras desbordan de mi copa y es en la profundidad infinita de mi incomunicación que trazo líneas oblicuas con la luz del ocaso, de ilusiones y desesperanzas. Arrastro conmigo el cadáver de la verdad, carcomido por los gusanos necrófilos de la mentira y el engaño, suelen expulsarme de las ferias por no vender quimeras adornadas con espejos y escupirme al rostro por querer ofrecer una pintura al óleo de aquella realidad abnegada y refugiada en los artistas y su poesía.
Somos los marginados sociales, los excluidos, los inadaptados, pero entendemos más a la sociedad que quienes se emperraron en ser parte de ella.


Kenny

Joven Poeta:


El olor amable del buen vino, seduciendo los labios
desde su templanza reflejada en la copa.
El humo suicida del cigarro que consumiéndose va,
atontado siguiendo la ruta del infinito
dibujando sombras a su paso.
La música melancólica, custodiada por recuerdos,
llama con gritos de silencio la atención de musas que,
fatigadas, descansan en el imperante desosiego
que les resulta ser la noche y su calma.
Y en su lánguida autodestrucción
el poeta en un vitral se halla a sí mismo
y a los demás abstraídos en un fluir
incesante de su tinta al papel despintado.
La vida, resurgida en lúcida vehemencia
de un hecho aún no aclarado,
se entera de su inminente final
y ante el supuesto se irgue excéntrica
para dejar legado al desconocido que aproxima
trayendo consigo al pasado.
El tiempo siempre apresurado
detiene y estanca su desagravio
en este instante cristalizado,
canto penado de aquel
que por no querer morir
se entrega a la muerte batallando
dejando a la vida sábanas ensangrentadas
por el fluir borracho de ondas heridas,
ángeles de alas arrancadas,
musas venales apuñaladas
con la pluma de un joven poeta
que siguiendo el camino de la trascendencia
sufre ya, el calvario del espanto.

Kenny

Desvarío:



Caídas las noches, caídos los días,
en aquel péndulo que
oscila pretensioso detener
acallo las voces del mundo
vueltos los ojos tras los párpados oigo
tu dulce y armoniosa voz
En el humo negro enviciante
circundante al aire
acaricio, entre mis dedos vacíos,
la seda de tus cabellos,
la fragancia de tu pelo…
en el silencio de la eternidad,
la paz del solitario
amo tu esencia,
tu belleza y pureza.
Acaricio con suspiros
la piel blanquecina de tu cuello,
y desgarro con mi necedad
la frágil cortina de tus pupilas.
No estás aquí y estás en todos lados.
te tengo a mi lado y te extraño.


Kenny

sábado, 17 de septiembre de 2011

Artistas Artesanos:


Mantenme en estado de ebriedad
para acariciar las melodías
de tus delicados trazos,
parafraseando tus lienzos diré:
¡Artista!
confluye en tu océano de pasión
y admírame desde lejos
como yo, poeta,
dedico unos cálidos versos
al sentir inmensurable
del óleo reseco
por sobre las tablillas engalanadas
de tu efusiva imaginación.

Transcribe así en mí
las pinceladas que imaginaste al oír
la omnipotencia de mis versos,
pinta mis poesías
con los colores del universo,
las de mis lagrimales
dos ríos fluyentes
de espesura y admiración,
al sentir el horror
no temas en dar otro paso más
si sientes que desfalleces
en lo abnegado de tu creación.


Kenny

Nos:


Cuando lo escaso se vuelve mucho, es cuando la nada se vuelve el todo del carenciado.

Para nosotros, la prole literaria, nuestra lucha de clases se basa en vender nuestras artesanías a costa de los burócratas literatos que no responde a las necesidades de la realidad y la verdad, la poesía, si no a los intereses de la mentira y el engaño, contexto impuesto e inamovible, película enfermiza y repetitiva de miedos y crueles espantos.
La poesía perfecta, los poemas sublimes, se realizan en un cuidadoso y delicado armado de profundas ideas, extirpadas del sensible ejercitado del poeta y que en su estructuración conforman un todo sincero con respecto a lo que vive, experimenta y le rodea.
Obreros literarios somos, produciendo en nuestras fábricas de tormentos versos que narren la realidad de nuestro tiempo a quienes nos acudan más adelante.
Nuestro trabajo es, quizás, el más difícil de todos, ya que no recibimos crédito por él si no post-mortem.
Suspendidos, a veces no hallamos con qué alimentar nuestro ego y nos sumimos así en la abstinencia de gritarle al mundo la repulsión que emanan sus huérfanos hijos despojados condenados por el arte.
Buscamos entre miserias baratas la materia prima de nuestra tarea, hallamos regocijo en la tragedia y consuelo en la pasión. Nos consterna el mutismo frente a nuestras ideas, herimos sin consuelo, lastimamos sin piedad buscando así algo de consentimiento para nuestra menguada desazón.
Es una eterna diatriba la que nos soslaya y perenne se alza ante nosotros el halo de la indiferencia.
Nunca llegaremos a encontrar el éxito en vida ya que construimos los cimientos de quienes vivirán nuestra muerte recorriendo así nuestra pútrida trascendencia.
Elegimos un camino ya recorrido por otras almas impías y abrimos nuevos senderos para invitar a otros desgraciados a este litigio, esta caravana paralela a la vida.
La de los desposeídos en busca de aquella afable quimera de eterna vida en el escarmiento de la filosofía y lo insurrecto de la poesía.


Kenny

sábado, 10 de septiembre de 2011

A Luis Greco

Con suma admiración para un compañero de la vieja escuela:
.
.

Un pincel iracundo es
el que va marcando el paso
deshollinando los rasgos,
describiendo la mujer militante.
La espera de la represión
en el parque aguarda
por los violentos violentados
que pese a las ofertas de la noche
se sumen en el purgatorio
para tragar con gula
el poder absoluto
en la trastienda
de la liberación del arte.
Y la jauría de los indeseables,
hijos de la Pachamama,
esclarecerán la visita del Dante
la casa propia que resultó ser
el eximio dibujante Luis Greco
en su taller de fantasías
y perennes realidades


Kenny.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Vidente:


El hecho de tomar a la vida como un juego de ajedrez conlleva a llevar un control total y constante de las situaciones, adelantándose unos cinco movimientos delante previendo posibles acciones y ateniéndonos a los sucesos que se van produciendo, así uno va obteniendo seguridad y confianza en cada pieza que mueve, en cada echo a realizar.
Esto arriesga a la persona a una profunda frustración y confusión al momento de ver posibles errores o desatinos en las decisiones tomadas /causa-consecuencia/. La persona pierde el control de la situación volviéndose víctima de sus propios ataques y se sumerge en la desesperación de escapar de tal redada en la que uno mismo se fue enmarañando. Al momento de no ver ninguna posibilidad de volver a ser dueño de la partida solo queda un comodín a utilizar, una táctica dependiente de la suerte, el destino o el azar. Se trata de la improvisación, con la cual el sujeto se maneja a través de una adaptación circunstancial y espontáneamente recupera aquella gracia de juego – casi de diversión – con la cual había encarado a la vida tiempo atrás.
Cabe aclarar que no siempre se puede prever los movimientos de las fichas del contrario – considérese la vida misma, los objetivos a conseguir, la coyuntura circundante, lo social, lo temporal, etc. – y por ello la victoria no siempre está asegurada. Tanto como en el ajedrez, las decisiones a tomar en la vida para lograr determinado objetivo se van sucediendo en constante y es necesario replantearse ciertos detallismos para aprender de ellos y llevarlo a la práctico en la próxima ocasión. Solo así se puede avanzar de manera intelectual y lógica teniendo en cuenta nuestras capacidades y el abanico de posibilidades que se expande en nuestros tiempos.

Es tan solo el estupor de no prevenir aquello que acontecerá, la imprudencia de haber movido una pieza que tal vez altere la totalidad del juego y conduzca a una derrota inminente o una gloria no merecida. Así es el ajedrez, así es la vida.