- BIENVENIDOS -†††

No temo a las palabras de los enemigos, si no, al silencio de quienes dicen ser amigos. No temo a las mentiras de los traidores, si no, a la traición de los débiles. No temo al ataque de los mismos de siempre, si no, al ataque caprichoso de los cobardes y confundidos. No temo al horror, no temo al terror porque lo conocemos bien desde que nacemos, le temo a la esperanza y a la confianza, las mismas que se vuelven contra nosotros y nos hostigan hasta que morimos. Uno se acostumbra a seguir construyendo castillos de cristal en el aire, sin prever la tempestad.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Nos:


Cuando lo escaso se vuelve mucho, es cuando la nada se vuelve el todo del carenciado.

Para nosotros, la prole literaria, nuestra lucha de clases se basa en vender nuestras artesanías a costa de los burócratas literatos que no responde a las necesidades de la realidad y la verdad, la poesía, si no a los intereses de la mentira y el engaño, contexto impuesto e inamovible, película enfermiza y repetitiva de miedos y crueles espantos.
La poesía perfecta, los poemas sublimes, se realizan en un cuidadoso y delicado armado de profundas ideas, extirpadas del sensible ejercitado del poeta y que en su estructuración conforman un todo sincero con respecto a lo que vive, experimenta y le rodea.
Obreros literarios somos, produciendo en nuestras fábricas de tormentos versos que narren la realidad de nuestro tiempo a quienes nos acudan más adelante.
Nuestro trabajo es, quizás, el más difícil de todos, ya que no recibimos crédito por él si no post-mortem.
Suspendidos, a veces no hallamos con qué alimentar nuestro ego y nos sumimos así en la abstinencia de gritarle al mundo la repulsión que emanan sus huérfanos hijos despojados condenados por el arte.
Buscamos entre miserias baratas la materia prima de nuestra tarea, hallamos regocijo en la tragedia y consuelo en la pasión. Nos consterna el mutismo frente a nuestras ideas, herimos sin consuelo, lastimamos sin piedad buscando así algo de consentimiento para nuestra menguada desazón.
Es una eterna diatriba la que nos soslaya y perenne se alza ante nosotros el halo de la indiferencia.
Nunca llegaremos a encontrar el éxito en vida ya que construimos los cimientos de quienes vivirán nuestra muerte recorriendo así nuestra pútrida trascendencia.
Elegimos un camino ya recorrido por otras almas impías y abrimos nuevos senderos para invitar a otros desgraciados a este litigio, esta caravana paralela a la vida.
La de los desposeídos en busca de aquella afable quimera de eterna vida en el escarmiento de la filosofía y lo insurrecto de la poesía.


Kenny

2 comentarios:

  1. Muy profundo, que loco que la muerte nos dé ese poder de la trasendencia, ya que lograremos en otros artístas como nosotros:"la revolución poética"...Pero también tendremos que aprovechar este don glorioso que no todas las personas banales (dirias vos) tenemos, para lograr cambiar los descontentos de la realidad que tanto nos hacen sufrir.
    Es un camino largo y tiene muchas trabas, pero no te asustes: siempre habrá un amigo de lucha que estará ayudando. Lograremos lo que cada uno tiene que lograr, pero todos unidos es mucho mejor para que la vida del artísta no sea tan dura... Todavía por suerte hay personas maravillosas por encontrar en este mundo, todavía hay vida en la poesía de nuestros antecesores, este es el mejor consuelo para seguir luchando. majo

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  2. "Todavia hay vida en la poesía de nuestros antecesores", muy bien dicho. Comparto esa idea y la llevo a la práctica.

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