Almas sensibles:
¡Qué tan bendecidos son algunos mortales!
que se conmueven por aquello efímero, resplandeciente,
la lluvia cayendo a través de una ventana
o la majestuosidad de una noche estrellada tal vez,
escenarios que nos regala la misma vida
en los cuales solo las almas sensibles se sumergen.
¡Porque somos nosotros!
Bendecidas almas condenadas,
los herederos de los placeres del poeta
de su melancolía, de sus alegrías, de sus penas…
que entre regocijos y satisfacciones insanas
disfrutamos del arte de experimentar con sentimientos
dejando que la sensibilidad corra por nuestras venas.
Como el sediento que sumerge su rostro por entero en la laguna
nos llenamos con aquella poesía que muchos ignoran,
mas, pocos son los que notan su belleza,
y solo algunos los que degustamos de su pureza…
nosotros somos quienes al encontrar la perfección, sus sueños devoran.
Usamos máscaras de material barato
para así ocultar nuestra sensibilidad,
ya que nuestras almas
están hechas del más frágil cristal,
que se resquebraja al ser golpeada
por aquellos mortales carentes de inocencia,
carentes de felicidad...
¡Nosotros! almas sensibles e inocentes…
no somos más que marionetas que cortaron sus hilares
en un intento desesperado de ser libres,
en un afán inocente de librarse de nuestros pesares.
Pero hay de vosotros, mortales sin Dios…
que entre el vacío que reina este mundo
en unos pocos, efímeros segundos,
vuestra inocencia… murió.
Hay de nosotros, almas sensibles…
que hemos recibido la sensibilidad
extremista y melancólica,
que ante este mundo viejo,
nos sentimos en cautiverio
pidiendo un poco de cariño
a través de un abrazo
que por frío le pagamos
a una prostituta alcohólica sin piedad.
Vuestros sueños serán vuestra perdición
hace tiempo dejaron de creer en Dios,
para condenarse a aquel infierno
donde tristes marionetas dan su última función.
¡Hay de ustedes almas sensibles!
que ya no hay lugar en estos reinos
para su sensibilizado corazón,
mas toman la existencia fortuita de la muerte
viéndola, como de la vida, una razón…
¡¡Escapen!!
¡Entregaros de lleno a su perdición!
que si los tiempos venideros han de ser sabios en su elección,
¡sus nombres y escritos serán eternos!
según así sea su elección.
Hay de nosotros…
¡Malditas almas sensibles!
que dura es la vida del poeta
que por no querer ser una simple marioneta
ha cortado en desgracia y con violencia
sus hilares invisibles.
Pero eternos seremos,
almas sensibles embriagadas en poesía…
que junto a los ángeles dueños de la melodía
en la gloria vespertina… descansaremos.
¡Que este mundo no es nuestro!
y este no es vuestro tiempo,
mas a pesar de que la misma vida nos cueste
y mientras hermosas damas en vuestros brazos recuesten,
orgullosos narraremos vuestra poesía al viento.
Es verdad, tal vez… en vano.
¡Pero almas sensibles somos!
En este infierno, reinado de Dios,
y aunque quimeras y falacias nos hundan en el fango
nosotros, aun así,
le seguiremos dedicando nuestra vida entera
al romance, la poesía…
¡y al amor!
Kenny.
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