- BIENVENIDOS -†††

No temo a las palabras de los enemigos, si no, al silencio de quienes dicen ser amigos. No temo a las mentiras de los traidores, si no, a la traición de los débiles. No temo al ataque de los mismos de siempre, si no, al ataque caprichoso de los cobardes y confundidos. No temo al horror, no temo al terror porque lo conocemos bien desde que nacemos, le temo a la esperanza y a la confianza, las mismas que se vuelven contra nosotros y nos hostigan hasta que morimos. Uno se acostumbra a seguir construyendo castillos de cristal en el aire, sin prever la tempestad.

lunes, 21 de mayo de 2012

Caloi


Una sociedad que no valora sus artistas, es una sociedad que no valora la vida.

El mármol pareciera ser más sensible que cualquier jauría de lobos que se acerca pedante al cadáver del artista. El mismo Tartufo derrama condolencias más creíbles que aquellos tipos de traje que, luego de armar el escenario en casa de gobierno, arrojan flores y palabras de plástico sobre su tumba, lágrimas de sal compradas sin descaro derramadas sobre esas sedas finas e hiladas en oro que él tanto odiaba y que en este momento cubren su cuerpo.
Solo algunos indecentes, tanto o menos impertinentes que él en vida, gritan las verdades, aquellas verdades incómodas, verdades que crispan los tímpanos de aquellos pésimos payasos sin gracia puestos en escena al borde de la pantomima más bizarra del espectáculo.

¡Que falta nos hacen artistas idos sin despedirse!

Suerte del otro lado negro. Se te va a extrañar.


S. Ignacio

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