Y quién sabe, si
desde un principio ya está todo dado, incluso la posibilidad de ganar no es más
que un capricho del destino, un tiro de azar.
Y justamente anoche, donde se invalidó mi voz, donde perdía las fuerzas a medida que reclamaba valor, el condenado a fusilar que bebe de la botella con ímpetu temiendo que del otro lado no haya caña o tabaco. La vida misma, la muy perra, te ata las manos y te sujeta contra la pared, con la 38 en mano te vuela la tapa de los sesos y así te deja, sin cabeza, vagando perdido por esta vieja tierra, sin buscar la búsqueda, si no algo que amedrente el miedo pasado, los favores cumplidos, las ilusiones incubadas, la esperanza torturada.
Ya no es interesante lo que en verdad importa, los placebos se han vueltos adicciones ante las penas. ¿Y yo? qué detener al momento de desgarrarse las córneas, arrancarse las uñas con segundos sempiternos, cercenarse la yugular con un punzante gemido, morir en la plenitud de la vida no es para todos, no es para todos...
Y justamente anoche, donde se invalidó mi voz, donde perdía las fuerzas a medida que reclamaba valor, el condenado a fusilar que bebe de la botella con ímpetu temiendo que del otro lado no haya caña o tabaco. La vida misma, la muy perra, te ata las manos y te sujeta contra la pared, con la 38 en mano te vuela la tapa de los sesos y así te deja, sin cabeza, vagando perdido por esta vieja tierra, sin buscar la búsqueda, si no algo que amedrente el miedo pasado, los favores cumplidos, las ilusiones incubadas, la esperanza torturada.
Ya no es interesante lo que en verdad importa, los placebos se han vueltos adicciones ante las penas. ¿Y yo? qué detener al momento de desgarrarse las córneas, arrancarse las uñas con segundos sempiternos, cercenarse la yugular con un punzante gemido, morir en la plenitud de la vida no es para todos, no es para todos...
Kenny
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