He reflexionado en
importantes temas sin importancia y así haber llegado a conclusiones
inconclusas de un sujeto amedrentado por todos y ataviado por la soledad.
He tenido largas charlas con indiferentes silencios estrambóticos y negado palabras u opiniones a personas que gritan como metralletas.
He creído en aquellos que fueron descreídos por todos solo para llegar a creer en la incredulidad de los demás, en la fascinación del descubrir nuevas añoranzas repudiadas y odiadas por la gran mayoría para poder llegar a reencontrarme con aquella esencia construida diariamente en la afinidad del ser.
He faltado a juntas, reuniones, asambleas, para quedarme pensando e hilando suposiciones sobre qué hubiera sucedido si hubiese asistido y claramente así fui sumergiéndome en el ostracismo del cual no reniego.
He obtenido victorias y fracasos de los logros ajenos y a la vez, lo ajeno me ha resultado siempre tan propio, que he abandonado toda ambición material para apostar por lo abstracto y surrealista de aquel que ama lo odiado, de aquel que odia lo amado y abrazado por todos, de aquel que se proyecta siempre las probabilidades antes que los fines, de aquel que vive permanentemente en un instante precedente a un final ya escrito antes de comenzar.
He buscado casi sin gracia el ocio de rodearme de súcubos e incubos para perecer en los brazos de la más herida, de la más golpeada (quien terminara por desquitarse con mis huesos).
He buscado la vida antes de la muerte y he descubierto que en esa búsqueda he actuado en una eterna escena teatral sin guión.
He trascendido en lo efímero del inconsciente colectivo y he sido olvidado en los momentos de lucidez y madurez de aquellos que reclaman ser llamados personas.
Ahora bien, ¿por qué seguir?
Por la curiosidad misma de no saber qué sucederá mañana al dar vuelta la hoja y preguntarse si las lágrimas vuelven en forma de rocío al rayar el alba un nuevo amanecer.
KennyHe tenido largas charlas con indiferentes silencios estrambóticos y negado palabras u opiniones a personas que gritan como metralletas.
He creído en aquellos que fueron descreídos por todos solo para llegar a creer en la incredulidad de los demás, en la fascinación del descubrir nuevas añoranzas repudiadas y odiadas por la gran mayoría para poder llegar a reencontrarme con aquella esencia construida diariamente en la afinidad del ser.
He faltado a juntas, reuniones, asambleas, para quedarme pensando e hilando suposiciones sobre qué hubiera sucedido si hubiese asistido y claramente así fui sumergiéndome en el ostracismo del cual no reniego.
He obtenido victorias y fracasos de los logros ajenos y a la vez, lo ajeno me ha resultado siempre tan propio, que he abandonado toda ambición material para apostar por lo abstracto y surrealista de aquel que ama lo odiado, de aquel que odia lo amado y abrazado por todos, de aquel que se proyecta siempre las probabilidades antes que los fines, de aquel que vive permanentemente en un instante precedente a un final ya escrito antes de comenzar.
He buscado casi sin gracia el ocio de rodearme de súcubos e incubos para perecer en los brazos de la más herida, de la más golpeada (quien terminara por desquitarse con mis huesos).
He buscado la vida antes de la muerte y he descubierto que en esa búsqueda he actuado en una eterna escena teatral sin guión.
He trascendido en lo efímero del inconsciente colectivo y he sido olvidado en los momentos de lucidez y madurez de aquellos que reclaman ser llamados personas.
Ahora bien, ¿por qué seguir?
Por la curiosidad misma de no saber qué sucederá mañana al dar vuelta la hoja y preguntarse si las lágrimas vuelven en forma de rocío al rayar el alba un nuevo amanecer.
*,* como extrañaba ésto, Gracias Kenny :)... Me gusto el escrito :D!!!
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