- BIENVENIDOS -†††

No temo a las palabras de los enemigos, si no, al silencio de quienes dicen ser amigos. No temo a las mentiras de los traidores, si no, a la traición de los débiles. No temo al ataque de los mismos de siempre, si no, al ataque caprichoso de los cobardes y confundidos. No temo al horror, no temo al terror porque lo conocemos bien desde que nacemos, le temo a la esperanza y a la confianza, las mismas que se vuelven contra nosotros y nos hostigan hasta que morimos. Uno se acostumbra a seguir construyendo castillos de cristal en el aire, sin prever la tempestad.

lunes, 2 de julio de 2012

Estación Once


Habíamos llegado a un acuerdo con la situación. La situación... a veces hasta me apena pensarlo, pero ¿acaso alguien hubiera actuado de otra manera? a fin de cuentas puedo sugerir una serie de ideas que se me pasaron por la cabeza al momento mismo de hallarme frente a los inquisidores, pero no tendría sentido.
¿Acaso la culpa de un asesinato ya no es suficiente castigo? mas tengo que lidiar con papelerío, citaciones, juicios y lo peor de todo, reportajes.
Cuántas veces he de decirlo, está más que demostrado que no fue premeditado, que jamás hubiese pensado en llegar a cometer un acto semejante. Está más claro que la sangre. Sangre, ese color rubí invadiéndolo todo, cada poro, cada corte, cada grito ahogado por un agonizo. Ese maldito color sangre que aun pareciera acariciarme el rostro, las manos, los labios.
Acepto la culpa, acepto la responsabilidad, pero soy un ser humano, y aquellas máquinas nunca estuvieron en buen estado. Me quejé por ello, claro que lo hice, ¿pero crees que alguien va a tomar cartas en el asunto en un país como este? acá todo pasa por la plata, eso todos lo saben, pero cuando encuentran a alguien a quien culpar, un perejil donde descargar las responsabilidades todos se hacen los boludos.
¿Dónde están los políticos que tranzan con los empresarios? ¿Dónde están esas masas que siempre piden justicia y seguridad? Ambos, del otro lado, son los acusadores, los inquisidores. Los primeros alimentan a los segundos con carne de cañón, esas aves rapiñas están hambrientas de un culpable y los de arriba me han arrojado a sus fauces, a sus cámaras, a sus micrófonos, sus comentarios, sus tristes flashes informativos de sábado por la noche.
Lo cierto es que toda esta cama no va a parar las lágrimas de las cincuenta familias, va a calmar a las fieras de siempre, aquellas que dominan la opinión pública, pero el verdadero dolor nunca va a salir en cámaras, la verdad no se publicita, la realidad no es un acto aplaudido por el público en este circo mundial.
Que siga la farsa señores, yo actuaré de la mejor manera que pueda como una víctima de un bando y un apañado por el otro y ustedes actúen como mejor les sale el papel de monstruos necrófilos que se revuelcan en el cadáver de la moral, que se comen la carne de la opinión pública y vomita las mentiras devoradas por todos como placebo y repartidas como confeti en la decadencia de la vida.
Solo así podremos cumplir el trato acordado.

Kenny

1 comentario:

  1. esta buenísimo pero yo hubiera hecho una descripción del accidente antes de culpar tanto a los de arriba.. me hubiera enfocado mas en el accidente en sí, ya que es un hecho histórico. Esta bueno como para dejarle a las generaciones que nos siguen.. Igualmente está perfecto!! solo eso le agregaría ;)

    majo

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