- BIENVENIDOS -†††

No temo a las palabras de los enemigos, si no, al silencio de quienes dicen ser amigos. No temo a las mentiras de los traidores, si no, a la traición de los débiles. No temo al ataque de los mismos de siempre, si no, al ataque caprichoso de los cobardes y confundidos. No temo al horror, no temo al terror porque lo conocemos bien desde que nacemos, le temo a la esperanza y a la confianza, las mismas que se vuelven contra nosotros y nos hostigan hasta que morimos. Uno se acostumbra a seguir construyendo castillos de cristal en el aire, sin prever la tempestad.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Vidente:


El hecho de tomar a la vida como un juego de ajedrez conlleva a llevar un control total y constante de las situaciones, adelantándose unos cinco movimientos delante previendo posibles acciones y ateniéndonos a los sucesos que se van produciendo, así uno va obteniendo seguridad y confianza en cada pieza que mueve, en cada echo a realizar.
Esto arriesga a la persona a una profunda frustración y confusión al momento de ver posibles errores o desatinos en las decisiones tomadas /causa-consecuencia/. La persona pierde el control de la situación volviéndose víctima de sus propios ataques y se sumerge en la desesperación de escapar de tal redada en la que uno mismo se fue enmarañando. Al momento de no ver ninguna posibilidad de volver a ser dueño de la partida solo queda un comodín a utilizar, una táctica dependiente de la suerte, el destino o el azar. Se trata de la improvisación, con la cual el sujeto se maneja a través de una adaptación circunstancial y espontáneamente recupera aquella gracia de juego – casi de diversión – con la cual había encarado a la vida tiempo atrás.
Cabe aclarar que no siempre se puede prever los movimientos de las fichas del contrario – considérese la vida misma, los objetivos a conseguir, la coyuntura circundante, lo social, lo temporal, etc. – y por ello la victoria no siempre está asegurada. Tanto como en el ajedrez, las decisiones a tomar en la vida para lograr determinado objetivo se van sucediendo en constante y es necesario replantearse ciertos detallismos para aprender de ellos y llevarlo a la práctico en la próxima ocasión. Solo así se puede avanzar de manera intelectual y lógica teniendo en cuenta nuestras capacidades y el abanico de posibilidades que se expande en nuestros tiempos.

Es tan solo el estupor de no prevenir aquello que acontecerá, la imprudencia de haber movido una pieza que tal vez altere la totalidad del juego y conduzca a una derrota inminente o una gloria no merecida. Así es el ajedrez, así es la vida.

1 comentario:

  1. Me acuerdo que hubo un silencio total en la clase. Lamentablemente nadie sabe valorar el juego como una estrategia de vida.. Entiendo la razón de jugar ajedrez, aunque nos llevemos una sorpresa: el adversario puede hacer una jugada que nos haga perder, o ganar.. Depende todo.. como en la vida, cuando perdemos o ganamos algo, aunque cada realidad conocida sea subjetiva(como cada uno lo ve) pocos saben el objetivo del ajedrez.. Entonces, si existen infinidades de sujetos, hay miles de realidades.. Y también entenderemos que hay un futuro que opera sobre el presente, yo diria mas bien.. una causa- efecto.. Y se puede entender también que el concepto de ajedrez para cada sujeto será como cada uno lo vea.. y como nadie te discutió la idea de ajedrez como estrategia, se nota que no entienden ni del juego ni mucho menos de la vida misma.. Pero allá ellos, porque su realidad es ignorar esas cosas como en planolandia, las dos dimensiones conocidas en ese mundo, los hacía ignorantes de otras realidades... majo

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