- BIENVENIDOS -†††

No temo a las palabras de los enemigos, si no, al silencio de quienes dicen ser amigos. No temo a las mentiras de los traidores, si no, a la traición de los débiles. No temo al ataque de los mismos de siempre, si no, al ataque caprichoso de los cobardes y confundidos. No temo al horror, no temo al terror porque lo conocemos bien desde que nacemos, le temo a la esperanza y a la confianza, las mismas que se vuelven contra nosotros y nos hostigan hasta que morimos. Uno se acostumbra a seguir construyendo castillos de cristal en el aire, sin prever la tempestad.

martes, 7 de enero de 2014

Montes de espejos








Hay quienes construyen montes de espejos,
estos reflejan la luz, las nubes, el cielo,
hipnotiza a quienes se plantan en frente
e iluminan allí donde el sol no reposa.
Pero esos espejos son débiles, volátiles,
su luz no calienta y su cielo es finito,
estallan pobres ante el granizo de la tormenta
y quienes se miran en ellos no encuentran su reflejo.

Es necesaria la gente que se acerca a ellos
y con verdad en mano los destruyen,
salpican la tierra con esquirlas de mentira
y plantan la tierra con verdades agrias, vivas.

Es necesaria la roca que destruya esos falsos reflejos
y derriben los montes de la fantasía, de la promesa,
los montes erguidos de fábulas y creencias
para construir nuevos soles ardientes
y lunas brillantes que con su fulgor
iluminen la noche mediocre y confusa
a la que esos espejos nos tienen tan acostumbrados.

S. Ignacio

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