- BIENVENIDOS -†††

No temo a las palabras de los enemigos, si no, al silencio de quienes dicen ser amigos. No temo a las mentiras de los traidores, si no, a la traición de los débiles. No temo al ataque de los mismos de siempre, si no, al ataque caprichoso de los cobardes y confundidos. No temo al horror, no temo al terror porque lo conocemos bien desde que nacemos, le temo a la esperanza y a la confianza, las mismas que se vuelven contra nosotros y nos hostigan hasta que morimos. Uno se acostumbra a seguir construyendo castillos de cristal en el aire, sin prever la tempestad.

martes, 7 de enero de 2014


Siempre se extrañan los compañeros, los amigos, la familia, el hogar, por frio que haga, por smock que se respire, por miedo que sientas, por cosas que callen, por más que mientas, por las necesidades que pases, por atrocidades que veas, por injurias que oigas, por lo mucho que quieras, por lo poco que puedas hacer, por lo tanto que deseas, por las puertas que a veces no se abren y aquellas que se cierran, por los cristales empañados y la caca de perro en la vereda, por la neblina londinense impregnando tus pulmones, por el largo viaje en carretera, por la fugacidad del momento, por lo mucho que se recuerda.

Que se yo, siempre se extraña, por la melancolía del porteño, la costumbre de coleccionar penas, por esas charlas hipotéticas acerca de la nada, por la necia adicción a la resistencia. Se extraña y es la demostración mas pura de afecto, de recuerdo, que a pesar de la distancia el hombre se abraza impune a sus ángeles y sus demonios, sus afectos.

S. Ignacio

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